Copito- [HIATUS]]

Agotado

El guardia retiró la cubeta ahora vacía, el agua se encontraba sobre la prisionera quien, estornudaba de vez en cuando mirando el suelo, me adentré en la Pequeña prisión, Aster me acercó un candil que dejé en el suelo, entre ella y yo.

- Pudiste ahorrarte todo ésto, solo necesito la verdad.- la Omega no dejaba de temblar y abrazarse a si misma, su cabello parecía un manto negro con rulos apagados por el agua.

- No puedo.

Miré a conejo con la ceja levantada, era la primera vez que habló desde que la habíamos arrestado. Tomé la manta en manos de mi concejero y cubrí a la chica, si quería que hablara necesitaba generar confianza.

- No estoy aquí para torturarte... Mira, no es necesario que me digas quien fue si no quieres pero respóndeme ésto ¿Fue el consejo real? ¿Alguno de los viejos te pidió que lo hicieras?

- si le digo... Me matarán, matarán a mi familia.

- me encargaré de que eso no ocurra, mientras sea zar esos hombres no te harán daño, ni a ti ni a ningún otro Omega.

Mordió su labio inferior que comenzaba a temblar aún con la manta, miré atentamente sus acciones, sus ojos verde intensos miraban el candil tratando de absorber el calor.

- sí... Me trajeron desde Francia, me dijeron... Me dijeron que si hacía bien mi trabajo de acostarme con el prometido del zar le darían dinero y protección a mi familia.- ésta vez sollozó y me miró con miedo.- porfavor me matarán, solo somos gitanos, piedad.

Las lágrimas caían con rapidez sobre su piel morena, acaricié mi barbilla pensativo, tendría que averiguar de quién fue la idea y quiénes la ejecutaron porque muy pronto sus expedientes estarían completamente manchados y las cabezas rodarían, era un complot hacia mi persona, lo pagarían muy caro.
Me levanté de mi lugar para hablar con el guardia.- llevenla a una habitación de invitados y no dejen que nadie la vea, no la quiero ver más en mi nación.

- sí Zar.

Levantó a la chica de un brazo y me miró nuevamente, su rostro era inentendible, la gratitud se miraba en su cara, antes de irse me lo agradeció en susurros.

- ¿Está seguro de ésto Jack?

- No te preocupes, ya tenemos mucha más información de la que planeabanos obtener... Tengo que revisar los archivos, encárgate de que las señoritas se preparen, vamos a empezar a investigar a scar, luego iremos por el otro expediente.- hablé lo más quedito posible cerca de su oído antes de subir escaleras arriba.

Mordí el bombón de chocolate, un gusto culposo del que nunca me cansaría, estaba mirando atentamente los papeles, algunas partes estaban inentendibles, éstas páginas eran un seguimiento de la vida de los viejos, una especie de historial desde el reinado de mi padre, que fue entonces que se formó el gabinete de buitres, leía atentamente cada hoja, todo aquel que trabajase bajo el mando del zar y para el zar debía ser investigado detenidamente desde sus orígenes, hubiera continuado de no ser por el sonido de la puerta siendo tocado suavemente, seguido de un par de ojos azules asomarse cuidadosamente.