Más Alfa que Omega

434 31 0
                                    

Afuera el clima parecía descomponerse nuevamente, me preparaba mentalmente antes de girar la perilla, a un lado mío se encontraba Conejo con un semblante duro, no había expresiones faciales por parte de ninguno, me acompañaba para hacer frente a un grupo de viejos que sabía hasta el momento podrían hacer de las suyas para inclusive matarme y decir que me había suicidado, hasta ese punto llegarían a ser capaces. Me armé de valor y terminé acomodando un par de insignias en mi pecho antes de entrar.

Solo se encontraban doce nombres canosos, entre ellos mi tío y conde Norte, quién había metido muchas veces las manos al fuego por mí y mi título real, se levantaron de sus asientos a lo qué, con un ademán ofrecí su comodidad nuevamente, de pié justo a un lado mío, Aster portaba de forma elegante su traje sencillo.

- Caballeros, un gusto volver a verlos.

- Lo mismo decimos zar, tenemos un par de quejas en el pueblo y bueno, creo que dejamos pendiente una charla hace unos meses.

- claro, como olvidarlo, Aster, dile a una sirvienta que traiga un poco de alcohol y unos vasos porfavor.

- enseguida zar.

Mi tío Norte mantenía su distancia, al parecer el Conejo le había contado nuestro plan y solo podía actuar sereno de igual manera, uno de los más viejos del concejo se aclaró la garganta y comenzó hablando por los disgustos de mi gente en lo que Aster regresaba con una joven beta.

- Otra de las peticiones es que se mejore la catedral de Basilio, han habido un par de rebeldes que han ensuciando sus paredes.- tomé la lista y se la entregué a Aster un poco alejado del interés con el que me hablaban.

- Tomaremos cartas en el asunto y buscaremos a los responsables, ahora bien, digan porqué convocaron una reunión realmente.

Me recargue en mi asiento tomando más licor, como ninguno se atrevía a realizar respuesta alguna nuevamente el más grande hablo de forma recta.- Nuestras preocupaciones son mucho mayores por el pueblo, sobre todo lo que pueda pasar a futuro para Rusia, sabe que necesitamos expandirnos mi señor y...

- No necesitamos más tierras cuando tenemos las suficientes, de momento estamos de forma pacífica con los otros reinos ¿Porqué habría que iniciar una guerra absurda? Rusia ya es potencia.- éstas últimas palabras fueron tan fieras y de forma sepulcral al tema que asombraron al concejo y bajaron sus cabezas canosas unos cuántos, pero el más viejo se mantenía terco ante mi presencia. Su rostro deslumbró curiosidad pues al ser Omega, era raro que tuviera voz de mando e inclusive cuando era yo un títere de ellos y no me atrevía a objetar, pero ya me cansé.

- ¿Me permite hacerle una pregunta personal, zar?.-Acomodó su ropaje antes de proseguir por mi leve ademán.- Lamento ser indiscreto, pero su padre, el zar Mikhail, me había contado hace un par de años que su categoría, era la de un Omega... Pero por lo que logro observar no es así.

- En efecto gran Gavrel, mi padre tenía la esperanza de que mi fallecida hermana, que en paz descanse, tuviera la oportunidad de gobernar.- le entregué el vaso de vodka a Aster y lo colocó en una bandeja fuera de mi alcancé.- dadas las circunstancias, tuvo que inventarse mi casta para que fuera soberana de Rusia, tiempo después de ese fatídico día, no aclaró esa falsa noticia con ustedes.

- Ya veo, lamentamos enormemente haber dudado de usted zar, no somos dignos.- elogió de forma tan escueta que parecía rogar un perdón muy penoso, me aclaré la garganta aún sin saber que decir exactamente, daría lo que fuera por mandar a romper los huesos de cada uno.

- Así es, algunos no son dignos, por ello me he dado la tarea de investigar nuevos y eficientes consejeros reales.- su rostro se puso blanco y se levantó rápidamente al momento en que entraba un pequeño grupo de guardias a mis espaldas, esperando indicaciones.- Gavrel, queda encarcelado en las mazmorras por abuso de confianza y haber promovido el tráfico de ciudadanos omegas sin mi consentimiento en San Petesburgo, lléveselo.

Copito- [HIATUS]]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora