Con Merida sosteniéndose de mi brazo, le ayudaba a caminar alrededor del palacio, había pedido que atendieran bien a sus hermanos dentro del palacio, los trillizos habían crecido rápidamente con el pasar de los años y aquellas gotas de agua tenían catorce primaveras. Mi pelirroja amiga me hablaba algo tímida - reacción que me parecía sorprendente, ya que nunca la había visto así- sobre uno de los candidatos que le había llamado demasiado la atención y sé sentía apenada por haber fijado sus ojos en él ya que pudo haber sido mi prometido.
- ¿Porqué mi amigo de la infancia no me contó sobre su pareja? Eres malo... ¿Y qué rayos le pasó a tu cabello? Pareces un anciano.
- Yo también te adoro pequeña antorcha.
Una beta que iba detrás de nosotros cargaba en sus manos una capa extra por si la princesa alfa tenía frío, el clima estaba tranquilo, pero Rusia aún estaba formado por nieve, los vientos estaban muy frescos y podía quemar las mejillas de los visitantes.
Nos aproximamos a unas sillas ya preparadas en el jardín, estar mucho tiempo en el palacio era aburrido para mí, tomé el concejo de Elías y salí a estirar las piernas ésta mañana, Merida me interceptó en la entrada para poder platicar amenamente antes de regresar a Escocia, ella también tenía obligaciones, aunque no tan pesadas como las mías o las de sus padres.
- Olvidaba lo terrible que era el frío aquí.
- me trae alegría tu visita, realmente no pensaba que llegaras a la fiesta.
- Tonterías, hace mucho que no hablamos, te tenías bien escondido lo del apuesto rey.
- No sé cómo pasó.- suspiré mordiendo mi labio inferior mientras miraba a un par de betas a la lejanía retirar la nieve del jardín con palas y cubetas en manos
- Te conozco Jack, sé que no aceptarías un compromiso arreglado o haber llevado a cabo la vieja tradición de elección...
Era cierto, me conocía como la palma de su mano, era de las pocas personas en las que podía confíar, sin duda debía decirle lo del lazo, le hice una señal a la trabajadora para que me diera la capa y se retirara, lo menos que necesitaba ahora eran oídos indiscretos.
- hace unos meses, en la celebración del rey Elías... Metí la pata.
Con una de mis manos bajé el cuello de la filipina para mostrarle la mordida del rubio, las características líneas de los dientes se miraban en mi nuca, los colores incendiaron sus mejillas y cubrió su boca mirando paranoica a nuestro alrededor antes de gritarme en susurros.
- ¡Qué atrevido!
- Dios, no me lo recuerdes, no sé que es lo que pasó, nunca me descontrolé así.- ahora era yo el que tenía las mejillas al rojo vivo.- mi lado Omega tomó la situación por las riendas.
- Estás...
- NO
Miré de nueva cuenta a mi alrededor, del palacio había salido mi tío Norte, quién me buscaba con la mirada.
- No es posible, he estado probando una droga con ayuda de un doctor, sorprendente actuó como barrera para mis instintos omega, no he tenido el celo desde esa noche.
- Jack, no me gusta lo que le estás hacíendo a tu cuerpo ¿Qué tal si no puedes concebir a un heredero en un futuro por esa droga?
Al percatarse del acercamiento a paso lento de mi tío sobre la nieve habló más bajo.
- No te preocupes Merida, lo tengo controlado, al menos espero volver a verte en la boda.
Le regalé una apacible sonrisa al sentir la palma del hombre mayor sobre mi hombro, saludó cordialmente a la princesa antes de regresar a mi.

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Copito- [HIATUS]]
Fanfiction"Mi boca dejó que volaran las palabras de ella, palabras de las que me arrepentiría a la mañana siguiente. - porfavor, márcame, Моя любовь. Solo recuerdo ver mi pantalón salir volando y un par de botones de mi camisa cayendo al suelo después de ser...