Un chico fuerte

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Otra vez de la palma de mi mano pude formar una bola de nieve, algo que cualquier científico vería improbable en pleno verano, la excepción a la regla eran personas con siglos y siglos de linaje místico, algo tan común dentro de las paredes de un palacio como este.

Durante años, se pensaba que podría ser un secreto entre reírnos, tener a personas poderosas dentro de los magnates de cada región era buena señal para cualquier avistamiento de guerra, sin que el imperio vecino al que se le fuera a atacar supiera cuanto poder tenía el enemigo.

Entre más personas con poder mágico y elemental se tuviese en su reino, las probabilidades de ganar eran grandes, aunque se intentara ocultar al ojo público. Ya que solo era hasta el momento las familias con poder quienes llegaban a heredarlo.

Mi madre dio el primer escandalo después de años en los que el imperio ruso se mantenía impecable frente a los periódicos extranjeros.

De una familia humilde, llegó a conocer a mi padre, en su juventud uno le llevaba la contraría a sus padres con tal de vivir su propia vida y el otro solamente buscaba felicidad, fue una lastima como concluyó ese amor terrenal.

- maldita sea... no puedo continuar.

Tomé asiento sobre uno de los cuantos troncos tirados en el area de entrenamiento, era frustrate no tener un avance y solo me encontraba al final a mi mismo refunfuñando. Tomé las horas libres de mi tiempo para poder entender mejor el elemento que me tocó desarrollar.

- Nunca digas que no puedes.

- Elías, creí que descansaría un poco más.

Giré mi cuello solo un poco para ver como lentamente buscaba tomar asiento a mi lado, me ofreci a ayudarle pero el simple movimiento de negación hizo que retrajera mi brazo. Acomodó un poco su cabello tras su hombro, atrapando mi atención en el acto, hasta ese momento caí en la cuenta del tiempo que había transcurrido desde su llegada, incluyendo los malos tratos bastante vergonzosos e infantiles de mi parte.

Conociéndolo mejor, el hombre era un dulce, aunque por fuera su seriedad lograra apartar las miradas de su atractivo rostro, casi como si te retara por haberlo visto. Conmigo, este hombre modula su tono de voz, frente a cualquier disputa entre nosotro busca dentro de si la pasiencia que no logro retener, es más de lo que pudiera desear.

- Mi ángel, mi luz, incluso si la imaginación puede hacerte dar un paso a la vez, debes sentir tu ser, para conectar con tu don elemental.

- Esto resulta ser más difícil de lo que lo hacen ver.

- Efectivamente zar, parece fácil, pero un movimiento en falso de algo tan simple como esto.- su mano aventó algun objeto imaginario que de la nada misma se volvio visible en pleno vuelo hacia el cielo, cargado de copos y luces.-  terminaría siendo peligroso... como esto.

Calló mis palabras nuevamente, la luz se detuvo en seco para esparcirse a gran altura, como pequeños proyectiles,  navajas filosas de hielo callendo en distintas partes del jardín, no tuve tiempo de reaccionar hasta que su breve presentación de ataque termino, a un escazo metro y medio, quedo uno de los varios hielos incrustados en la tierra.

- Ese es uno de los muchos temores presentes en mi cabeza... no quiero lastimar a nadie.

- No lo harás, eres más valiente y cuidadoso de lo que imaginas, pero en vez de forzarte a avanzar por simplemente avanzar, debes recordar ¿Porqué lo estás haciendo?.

Tomó una de mis manos acunandola entre las suyas, sin dejar de observar mi rostro y deteniendo el tiempo mismo, terminó apartándolas tras su cometido.

Al acercar el pequeño obsequio a ni rostro, mire a detalle el aro con lindos brillos cubriendolo. Un perfecto anillo de hielo aguardaba en la palma de mi mano, tan solo de observarlo, mi rostro enrojecio, no pude cubrir a tiempo mi sonrisa y Elías no reparó en ello.

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⏰ Última actualización: Oct 27, 2023 ⏰

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