28: Shopping together

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Brujos au UwU
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Piel de salamandra; 2 litros de sudor de pez gato; 40 hojas de sábila venenosa de manglar oriental. Era lo único que hacía falta en su lista para la nueva poción comisionada que tenía que entregar en tres días.

Yoongi estaba ligeramente estresado por eso. Pero, bueno, en honor a la verdad, no era tan importante incluso si se retrasaba un día o dos en hacer la entrega. Su problema principal en este momento era el aprendiz de brujo del bibliotecario.

Olía a tulipanes. Y no a tulipanes en general sino a los tulipanes que Yoongi podía reconocer como parte de su propia esencia.

Y de repente Yoongi no sabía qué hacer con esa información porque el aprendiz de brujo que trabajaba con el bibliotecario era, al parecer, su otra mitad.

Yoongi, que en un principio se había negado rotundamente a hacer parte de cualquier cosa dictada por el destino porque era perfectamente capaz de tomar sus propias decisiones, ahora estaba en problemas.

Porque, después de un mes, en realidad creía que le gustaba un poco Kim Seokjin.

—¡Sunbae! ¡Sunbae! —la voz de Seokjin, un poco infantil y divertida, lo llamó desde la esquina del mercado verde.

Le llamaban mercado verde a aquel lugar donde encontraban cualquier cosa que pudiese ser de interés para un brujo. Yoongi lo conocía como la palma de su mano y caminaba por los angostos carriles con su canasta de paja y su sombrero de punta mientras escogía a ojos cerrados las cosas que necesitaba.

Sin embargo, la piel de salamandra, los 2 litros de sudor de pez gato y las 40 hojas de sábila venenosa de manglar oriental no podían conseguirse en ningún sitio.

De alguna manera Seokjin había escuchado de su predicamento por boca del bibliotecario y se había ofrecido a ayudar.

—Conozco a alguien —había dicho —sunbae podrá encontrar lo que necesita.

Así que allí estaban, Seokjin corriendo desde la esquina del mercado verde con su capa demasiado grande y su sombrero cuyas alas tapaban todo su bonito rostro, trotando hacia Yoongi con una sonrisa en su rostro.

Yoongi estaba en problemas, porque Seokjin olía a tulipanes y porque le gustaba un poco.

Le gustaba un poco su sonrisa y que era mucho más inteligente que cualquier aprendiz de brujo, le gustó porque miró a Yoongi con respeto y admiración, pero a la vez lo miró como miras aquello que también te gusta.

Solo había pasado un mes desde que se conocían, pero hablaban a diario. A menudo, Seokjin le ayudaba con algunas pociones sencillas o solo se quedaba junto a Yoongi por horas después de su turno con el bibliotecario mientras este limpiaba y organizaba sus materiales de trabajo.

—Sunbae, ¿Esperaste mucho tiempo?

Yoongi estiró su mano para levantar el ala del sombrero del otro y poder ver su rostro ya sonriente —Acabo de llegar. ¿Terminaste antes tu turno?

Seokjin negó —Mi jefe me dejó salir antes. Dijo que la puntualidad era una gran virtud y no podía dejar esperando a sunbae-nim.

Yoongi sonrió sin saber qué más decir.

Seokjin, aprendiz de brujo, ayudante de bibliotecario, alma gemela de Min Yoongi, era una fuerza de la naturaleza.

Usaba enormes sombreros y capaz gigantes y brillo labial color durazno. Olía a tulipanes y su cabello era castaño y sus ojos eran dorados cuando hacía conjuros que practicaba diligentemente todos los días.

Era gracioso y sus neuronas parecían estar conectadas a las de Yoongi, y entonces si decía cualquier estupidez podría estar seguro de que Seokjin entendería y diría algo aún más inverosímil.

Tenían casi la misma edad, pero allí donde Yoongi se veía taciturno y demasiado cansado la mayoría del tiempo, Seokjin parecía tener energía ilimitada.

Yoongi creyó que incluso si Seokjin no tuviese que gustarle por ser su alma gemela, de igual manera, probablemente, le gustaría en cualquier otra circunstancia.

—Dirige el camino, por favor.

Seokjin asintió y las alas como aletas de su sombrero de punta se movieron arriba y abajo, volviendo a tapar su rostro de la luz del sol y de los demás transeúntes.

Su capa y sombrero eran grandes, así que cuando comenzó a caminar rápidamente, parecía ser solo tela flotando, ni siquiera se veían sus pies, su cuello, sus manos. Yoongi quería reír.

Caminó con grandes zancadas detrás suyo y, en el trayecto, encontraron flor de rocío de luz de luna y un poco de poción para gatos que era para todo menos para gatos.

Algunos vendedores, acostumbrados a la extravagancia de sus compradores, ni siquiera se inmutaban al ver a la sábana flotante Seokjin. Pero entonces una mano pálida salía dentro de la capa y se estiraba con un par de monedas y la mayoría de los comerciantes, fácilmente, perdían su mierda.

Al final, encontraron los ingredientes que Yoongi necesitaba bastante temprano esa tarde, los compró a un amigo de Seokjin que media unos tres metros y tenía varios pares de ojos y Seokjin había dicho que una vez fue un aprendiz de brujo que no era demasiado bueno en lo que hacía y había terminado en el mercado verde.

—Impresionante.

—Debería verlo de noche. Sus ojos brillan en la oscuridad.

Apesar de tener los ingredientes, siguieron caminando.

Yoongi porque le gustaba estar en compañía de la silenciosa sabana flotante Seokjin.

Seokjin, probablemente, por la misma razón.

Y cuando la noche cayó, Yoongi llevaba en su canasta piel de salamandra, los 2 litros de sudor de pez gato y las 40 hojas de sábila venenosa de manglar oriental, llevaba varias flores de rocío de luz de luna y tres botellas de poción de gato que no era para gatos; llevaba dos plumas de gallina de año bisiesto y olor a tulipanes por toda su nariz.

La noche se estrelló con sus ojos y Yoongi tenía el número celular de Kim Seokjin y lo acompañó a casa mientras la sábana flotante cabeceaba en la parte trasera de su escoba porque estaba demasiado cansado para manejar la propia, así que Yoongi también tenía la dirección de Seokjin.

Volaban bajo, porque las nuevas políticas de los gobiernos no permitían el vuelo indiscriminado en escobas por la noche para evitar accidentes. Entonces Seokjin, que olía a tulipanes y estaba cansado, recostó su cabeza en el hombro de Yoongi y aferró sus brazos a su torso para no caer.

Yoongi pensó que podría necesitas más piel de salamandra pronto, pensó que podría haber olvidado la dirección del mercado verde y que necesitaba que Seokjin lo acompañase nuevamente.

Yoongi pensó que era un tonto.

Y que le gustaba la sábana flotante Seokjin.

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Blow drying your beloved's hair and other extreme romance moves | M.YG - K. SJDonde viven las historias. Descúbrelo ahora