| Ran Haitani |
Hoy finalmente es día sábado. Quedé de juntarme con los Haitani a las siete de la tarde en el mismo lugar en donde me habían agredido por lo que entendí de ese chico. Tengo muchas preguntas para hacerles de momento, este tema tiene que aclararse.
No le dije nada a Fudo ni a Koji ya que sabia que querrían venir conmigo o estarían espiandome y quería privacidad, mejor dicho... arreglar esto por mi misma. Soy fuerte, así que si es una trampa al menos podré salir viva de ello.
Hacia algo de calor, pero como era de tarde y a las siete ya había más viento, luego de una refrescante ducha me coloqué una playera de tiras junto con un buzo y mis zapatillas azules con cordones blancos, una de mis favoritas por cierto.
-¿saldrás hoy, Riley? -preguntó mi abuela entrando a mi habitación luego de tocar la puerta, ya que traía la ropa limpia recién salida de la secadora.
-si... cosas de la pandilla. -respondí abrochado mis zapatillas- no te preocupes abuela, no voy a tardar. -le sonreí para tranquilizarla.
-esta bien. -dejo la ropa en mi cama- tu abuelo y yo veremos una película en la sala, por si quieres venir.
-me encantaría, pero tengo que salir dentro de unos minutos... a penas vuelva veré otra película con ustedes si quieren. -sonreí.
-claro mi niña, la que tu quieras. -salió de mi habitación cerrando la puerta.
Terminé de abrochar mis zapatillas, aún eran las seis y media, pero me dijeron que fuera puntual, y de aquí aquí llegar allá son como unos diez minutos... esperaré un poco e iré.
Me acosté en la cama por encima de las mantas viendo mi móvil, las opciones del color del traje que habíamos hablado eran varias, pero al final solo estabamos indecisos entre dos colores; celeste casi blanco, o negro.
Jugué un poco en mi móvil hasta que decidí que ya tenía que ir a ese extraño encuentro. Me levanté de cama yendo al baño para arreglar un poco mi cabello, luego salí pasando a un lado de mis abuelos los cuales estaban abrazados viendo una película.
-no tardo. -dije yendo hacía la puerta del negocio, hoy decidieron tomarse el día libre, después de todo nos va bien para darnos ese lujo.
-¿necesitas dinero o que te lleve a algún lugar? -ofreció mi abuelo, ya que tenía auto y a veces iba a dejarme a las casas de mis amistades.
-no, gracias abuelo. Es por aquí cerca.
-muy bien. -sonrió.
-¡nos vemos! -me despedí saliendo de casa, escuchando como también me decían adiós.
Caminé a un paso algo rápido, no por estar apresurada pero no me gusta caminar lento. Pasé por la heladería de siempre siguiendo el camino hacia aquel lugar en donde vi a los Haitani por última vez, aquel "pasaje" lleno de casas. No era un lugar cerrado, pero no habían muchas personas por ahí.
Al llegar, no había nadie así que me detuve allí atenta a cualquier sonido, podría ser una trampa y había que estar alerta por si me rodeaban.
Vi la hora, faltaban cinco minutos para las siete.
Me quedé esperando en mi lugar, y como estaba aburrida los minutos pasaron como horas. Aún así no bajé la guardia.
A penas sentí unos pasos en el lugar, di vuelta mi cabeza hacia en frente mío en donde alguien se acercaba.
Solo había uno de los hermanos, el chico de las trenzas caminaba hacia mi a un paso tranquilo vistiendo con normalidad.
-vaya, eres puntual. -dijo desinteresado.
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ᖇOᑭᑭOᑎGI × Rαɳ Hαιƚαɳι x Oƈ ×
FanfictionRiley es una chica de 17 años la cual vive con sus dos abuelos y es líder de una pequeña pandilla de Roppongi, la cual tiene el objetivo de alcanzar la cima junto con sus dos mejores amigos casi como hermanos para ella y fundadores de aquella pandil...