Capítulo 23

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| Tercera advertencia |

Llegué al lugar en donde Koji me había llamado, el parque de siempre. Ni si quiera me vestí o sequé mi cabello, me coloqué mis zapatillas y salí de casa sin si quiera tomar mi móvil, corriendo por la calle para poder llegar a tiempo.

Al llegar al parque, Fudo, Owen, Koji, Jiyu y algunos miembros de la pandilla estaban ahí... pero eran al rededor de 20 o menos en total.

-¿qué demonios está pasando? -cuestioné avanzando hacia ellos.

-Riley. -comenzó a decir Fudo- los bastardos nos han engañado... solo somos nosotros, todos los otros miembros de la pandilla en estos momentos están hospitalizados o no están en condiciones de pelear, los pillaron a todos desprevenidos, maldición. -Fudo pateó el suelo.

Tomé mi cabello con la respiración agitada.

-líder, dijeron que la pelea seria hoy o matarían a los que faltan. -avisó uno de los chicos de la pandilla.

-líder, ¿qué vamos a hacer? -preguntó otro de ellos.

Ni si quiera puedo pensar. Pasamos de ser 88 a menos de 20.

-tenemos las armas. -dijo esta vez Fudo- y tendremos que utilizarlas.

-si, si nos atacaron a todos fuera del acuerdo tendremos que usarlas. -le siguió Owen- ¿qué hacemos? Son más que nosotros ahora.

-iremos a dar la cara. -miré al resto de los integrantes- y preparen sus armas y puños, porque hoy le pondremos final a esto, Kageki.

La mayoría asintió mientras que Fudo y Koji se mantenían en silencio, les di una mirada rápida a ambos.

-no sé si saldrá bien, solo sé que tenemos que dar lo mejor de nosotros... estén listos para cualquier cosa. -los miré a ambos para luego dar media vuelta- ¡siganme!

Los chicos comenzaron a seguirme, ninguno tenía puesto el traje de la pandilla al tomarlos de forma tan desprevenida, al menos tenian armas con ellos, pero ninguno estaba preparado para esto tan repentinamente, el día estaba nublado encima, las calles estarían más vacías, en especial en la cual nos enfrentariamos que por lo general no es tan transitada.

Los chicos me siguieron a un paso rápido, yo iba lista, aunque no mentalmente.

-Riley. -llegó Fudo a mi lado- lo lograremos, si alguien te hace algo solo tienes que gritar.

-tranquilo. -tomé su mano- estaremos bien, pero tengo un mal presentimiento...

-estas temblando.

-no importa.

-Riley. -Fudo apretó el agarre de su mano- después de esto, iremos a mi casa a curarnos las heridas y tomaremos chocolate caliente... -me sonrió- porque supongo que estarás bien, ¿no? -me miró preocupado, pero no le respondí.

-no te preocupes por mi. -intenté sonreírle.

Llegamos en unos minutos que parecían ser eternos, empujando a la gente que se cruzaba en nuestro camino, parecíamos sicarios yendo a matar a alguien y no estaba tan lejos de la realidad después de todo. Al llegar al lugar en el cual nos enfrentariamos, era una especie de pasaje, una calle hancha en medio de dos tiendas, la calle era bastante vacía y larga.

Cuando llegamos al lugar y doblamos, allí estaban. Varios sujetos la mayoría con capucha, pero para nuestra sorpresa no iban con armas.

-si llegaste. -Zac comenzó a caminar hacia mi con una sonrisa en su rostro, los chicos iban a avanzar pero los detuve extendiendo mi mano en forma de alto.

ᖇOᑭᑭOᑎGI × Rαɳ Hαιƚαɳι x Oƈ ×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora