ᖇOᑭᑭOᑎGI × Rαɳ Hαιƚαɳι x Oƈ ×

Capítulo 22

| Rotos |

Música triste sonaba en estos momentos por mis auriculares mientras limpiaba un poco el mesón de la tienda, mantenía mi mente pensando en la nada en estos momentos, queriendo despejarme.

Desde la pelea de Valhalla y ToMan, la cual se apodó como "Bloody Halloween" que no había respondido a los mensajes y llamadas de Ran, por que si, me los había dejado, no quería de todas formas hablarle después de lo que hizo, no por estar molesta si no porque desde ese día comprendí lo que es el mundo de las pandillas con más claridad.

Así que... efectivamente haber estado con Ran fue una decisión tonta.

Tomé asiento en la silla de la tienda mientras suspiraba, intentando pensar en otra cosa o que llegase algún cliente para no pensar en lo de aquel día, aun tenia las imágenes grabadas de la sangre de aquel chico pelinegro que ni siquiera conocía, y además... ahora alguien más ocupaba mi mente.

Choji.

Tenía mi mismo apellido, y quería pensar que no era lo que creía... ni si quiera sabia cómo contactarlo, tal vez con ayuda de Rindo o algo, tampoco sé qué decirle, "oye te busqué porque tenemos el mismo apellido" es... simplemente no.

Además de el tema de Choji, las imágenes del Bloody Halloween, la insistencia de Ran y el enredo que tengo en mi mente, se viene la pelea con la pandilla de Zac muy pronto, y además no le he dicho nada a los Haitani.

Suspiré quitándome los auriculares, guardandolos en mi bolsillo junto con mi móvil, acercando la silla al mesón mientras apoyaba mi cabeza allí usando mis brazos como almohadas, cerrando mis ojos. Tengo sueño y la verdad no quería pensar tanto, mi mente se estresa por mis propios pensamientos.

⊱⋅ Narrador/a ⋅⊰

Riley estaba dormida en aquel mesón, no pensaba hacerlo mucho tiempo, aunque no estaba en un sueño tan profundo.

Por otra parte, alguien totalmente... molesto, de alguna forma iba a verla, Ran. Ella había ignorado sus mensajes, llamadas, todo. Ran sabía que lo que hizo estuvo mal, y aunque en su momento no sintió absolutamente nada más que una especie de molestia hacia ella, cuando llegó a su edificio se arrepintió.

Y también porque él nunca perdía, si perdía a Riley era como no haber conseguido algo que él quería, o eso creía él que sentía en ese momento.

Al llegar al negocio en donde estaba Riley, la vió dormida. Una campanita sonó cuando él entró, pero Riley seguía durmiendo.

Fue por detrás de Riley para despertarla, moviendo su hombro.

Pero por impulso, a penas Riley despertó, tomó la navaja que siempre traía con ella, abriéndola y colocandola justo en el cuello de Ran, pálida y con la respiración agitada, este la miraba sorprendido.

-Riley, soy yo. -dijo con voz autoritaria para que se calmara.

Riley con la respiración agitada, miró hacia otro sitio con el corazón a mil.

-lo siento... -se disculpó, pero no bajó la navaja.

Ran por su cuenta, de forma lenta tomó la navaja, quitándosela a Riley y guardandola en su bolsillo, ella miraba hacia otro sitio.