ᖇOᑭᑭOᑎGI × Rαɳ Hαιƚαɳι x Oƈ ×

Capítulo 32

| Reunión |

El sonido de algunos grillos se hacía presente en el lugar, las estrellas eran visibles, al menos más de lo que podían ser vistas en la ciudad. Sentía mi piel de gallina, a pesar de no hacer un frío extremo, si corría algo de viento helado.

Ran estaba a mi lado encima del carril abandonado fuera de las vías, en el lugar que ya habíamos visitado un par de veces. Ambos estábamos boca arriba mirando el cielo acostados, aunque al llegar tendríamos que darnos una ducha ya que esto estaba muy sucio.

-me gustaría ir a dormir contigo hoy. -comencé a decir- pero mis abuelos están más sobreprotectores que nunca. -solté una pequeña risa.

-entonces yo voy a dormir contigo. -se volteó para poder verme, yo también lo miré.

-no sé si... mis abuelos vayan a dejar que pases la noche conmigo, ya sabes. -jugué con su sudadera.

-es solo dormir, ¿qué pensabas?

-bobo. -puse mis ojos en blanco- no lo sé, solo no creo que se pueda. Además hace poco les conté lo de mi otra familia o algo así. -hice una mueca.

-no me lo has contado aún... ¿cómo fue que reaccionaron a esa noticia? -colocó sus brazos en su nuca.

-ellos se ocuparán de contactarse con ese señor. -coloqué mi cabeza encima de su brazo, apoyándome en él- fue una noticia fuerte, jamás tuvimos noticias de mi papá o mi mamá, tener ese tipo de noticias de un día para otro fue fuerte para todos. Me dan ganas de fumar de solo pensarlo. -cerré mis ojos exhausta.

-si ocurre algo malo no dudes en llamarme. -yo asentí- y ni siquiera eres mayor de edad, no vas a fumar.

-si, si... lo sé. -volteé mi rostro para ver su perfil- Koji... ha estado extraño. -comencé a cambiar de tema.

-hablame de eso...

-dice que soy su hermana mayor ahora que no tiene a Fudo, y cuando le conté lo de mi hermano... se puso extraño, pensando que lo cambiaría como si fuera un objeto, no durmió por días y juega video juegos toda la noche, su habitación era un desastre cuando fui, sus padres ni siquiera están en casa... solo me tiene a mi, y a Jiyu, quien lo ayuda cuando yo no tengo tiempo o no puedo... me da miedo que se vaya por algún mal camino.

-es solo un niño... -susurró- bueno, todos somos jóvenes para el mundo en el cual estamos en estos momentos y las personas que hemos perdido... somos demasiado... jóvenes. -parpadeó un par de veces confundido, frunciendo su ceño- lo mejor seria hablar con él, que sienta que no vas a cambiarlo... al menos yo soy así con Rindo, no lo dejo sin atención aunque sea hostigoso, al menos así sabe que ni un día me he cansado de tenerlo como hermano.

Sonreí, acariciando su rostro con una de mis manos.

-eres un buen hermano. -susurré.

-lo sé. -apoyó su palma sobre la mía- mierda, que complicado se ha vuelto. -cerró sus ojos.

-oye, al menos me he estado recuperando bien, mira. -le mostré mi yeso, aun con el guante rosa que me había dado Jiyu.

-¿cuando te van a quitar esto? -abrió sus ojos, con su mano tomó delicadamente mi yeso.

-en algunos meses... literalmente la dobló y luego la piso repetidas veces. -de solo recordarlo me daban ganas de gritar otra vez.

Ran solo se quedó en silencio, mirando mi yeso de forma fija y seria. Tampoco quise decirle nada más, sabía lo frustrante que era aquel incidente para ambos, no poder hacer nada contra alguien que juega sucio.