Capítulo 30

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| Recuperación |

⊱⋅ Riley ⋅⊰

Mis abuelos estaban haciendo algunos trámites en la clínica para poder finalmente irme a casa, ya que al parecer mi condición había estado estable y podía irme obviamente con los cuidados necesarios; como reposo, comidas blandas y claramente cuidar de mi muñeca la cual estaba en recuperación al haber sufrido una fractura.

Me encontraba sentada en la camilla con las piernas colgando mirando hacia la ventana la cual daba hacia la ciudad con la luz del día. Mis abuelos me habían traído ropa para poder salir del hospital. Llevaba una venda en mi cabeza por el golpe que había recibido, una en mi abdomen la cual me dolía un poco si hacia malos movimientos, pero no quería preocupar a nadie.

En cuanto a mi muñeca... era extraño, pero nada de otro mundo. Por suerte fue la izquierda.

-¿estás lista para ir a casa? -preguntó Ran sacándome de mis pensamientos.

-si... solo quiero estudiar y dormir. -suspiré- gracias por haber estado aquí conmigo estos días. -le sonreí- gracias a ti también, Rindo. -él estaba sentado en el sillón del lugar.

Rindo solo siguió viendo su móvil.

Ran se acercó de forma lenta hacia mi con las manos en sus bolsillos, ahora tenía mucho mejor aspecto ya que había ido a casa a dormir un poco y a darse una buena ducha, y ya había pasado un día después de todo. Aunque mis heridas no eran de gravedad igualmente tenía que hacer reposo en casa.

Ran se colocó frente a mi tomando mi mano la cual no estaba herida, mirando mi cabeza y luego mis ojos.

-necesitas mucho reposo.

-si. -asentí- no te preocupes, estaré en buenas manos. -le sonreí.

-lo sé... igualmente quiero que estés bien del todo, por mi parte me encargaré de buscar a uno de los bastardos que te hicieron esto.

-la que me hizo esto no va a descansar hasta verme destrozada y en un ataúd... lo del ataúd es literal, me lo dijo.

-oh, cállate. No digas estupideces sabes que jamás lo permitiría.

-las cosas pasan en un segundo, Ran. -di un toquesito en su nariz.

Iba a responderme, pero la puerta de la sala en la cual estábamos fue abierta.

-ya esta, podemos irnos a casa. -dijo mi abuela sonriente- ¿ustedes quieren ir a almorzar con nosotros? -ofreció.

-uhm... -miré a Ran.

-por hoy no, pero muchas gracias. -se negó- creo que lo mejor es que Riley descanse.

-tiene razón, otro día que venga a almorzar. -habló ahora mi abuelo- y usted también. -miró a Rindo.

Rindo miró a Ran y luego a mi abuelo.

-lo tendré en cuenta, gracias. -asintió.

Me bajé de un salto de la camilla, pero mi herida dolió.

-ay. -me incliné.

-¿por qué eres tan bruta? Ten cuidado. -me regañó Ran detrás mío.

-si, perdón. -solté una risa nerviosa- ya estoy lista.

-vamos mi niña. -mi abuela me tendió su mano, yo la tomé.

Comenzamos a caminar fuera del hospital con mis abuelos y los chicos. Koji y Jiyu aún no se habían enterado, no quería preocuparlos pero les diría a penas llegara a casa y descansara, también a Owen.

ᖇOᑭᑭOᑎGI × Rαɳ Hαιƚαɳι x Oƈ ×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora