Pornstar - Meddison G!P

Capítulo 14

Punto de vista Addison Montgomery.

Miré la expresión de placer en el rostro de Meredith una vez más, antes de darme cuenta de que estábamos sentadas a horcajadas en su cama, acostadas de una manera no muy cómoda. Le di otro beso en los labios y me levanté, teniendo una hermosa visión.

La vista del culo de Meredith, pero no era solo el trasero de Meredith, fue el culo de Meredith enrojecido por las nalgadas que le di. ¿Me dolía la mano? Por supuesto, pero nada le quitó la sensación de haberle dado placer a esa mujer.

"Mi mujer"

¿Lo leíste ahí arriba? ¿Me estas llamando loca? No me culpes, culpa a mi subconsciente, que hace apenas una hora me estaba llamando idiota por pensar así, ahora estaba nombrando a Meredith mi esposa. Lo entenderás... Pero me gustó mucho ese título.

Caminé hacia el baño de Meredith con un solo pensamiento en mi cabeza: ¿y si ella volviera con el chico virgen?

La conocía desde hacía poco más de una semana y ese pensamiento me angustió de tal manera que nada me angustiaría jamás. No soy idiota, sé que pensar de esa manera en alguien que conocía desde hace menos de un mes era una locura, pero ¿qué podía hacer?

¿Que hacer? Fóllala tantas veces como sea posible antes de que vuelva con el hijo de puta… o simplemente no la dejes volver con él.

Confieso que la última opción me gustó más y mira que me encantó follar el estrecho coño de Meredith, su boca golosa y ese culo que definitivamente me encantaría follar también.

Antes de que mi polla se pusiera dura de nuevo, empujé todos esos pensamientos y busqué un poco de crema en la encimera de su baño. Dejé caer todos los Victoria Secrets y agarré el aceite para bebé, volviendo al dormitorio. Meredith tenía los ojos cerrados y seguía en la misma posición que la dejé. Su respiración era tranquila y parecía un ángel en ese estado semiconsciente.

Puse un poco de aceite en mi mano y lentamente lo pasé por su delicioso trasero, escuchando un suspiro que venía de ella. Ella se inquietó un poco, pero yo continué acariciando y frotando lentamente el aceite, observando cómo su piel enrojecida absorbía lentamente el líquido.

Qué vista del cielo, mierda santa.

— ¿Qué estás haciendo? —Preguntó en un murmullo.

— Esparciendo un poco de aceite de bebé en tu trasero para que no te sientas tan caliente por la mañana — Respondí, colocando un beso en el extremo de su columna mientras terminaba de engrasar—. Listo

Se acurrucó en la cama y se arrodilló, se quitó la colcha rosa y se acostó poco después. Me miró y dio unos golpecitos en el asiento vacío a su lado.

— Acuéstate aquí conmigo

¿Quién sería yo para denegar una solicitud tan sencilla y tan satisfactoria? Sonreí levemente y me acerqué a ella, acostándome a su lado y tirando de ella para que se tumbara sobre mi pecho.  Estuvimos en un cómodo silencio durante unos segundos y pensé hasta que ella ya estaba dormida cuando su voz resonó en la habitación.

— ¿Fue cierto lo que dijiste? —Susurró mientras acariciaba ligeramente mi pecho derecho, haciéndome temblar.

— ¿Qué?

— Acerca de... nunca entrar dentro de una mujer mientras actúa —Podía escuchar una nota de vergüenza en su voz, lo que la hacía aún más maravillosa en mis ojos.

Meredith tenía ese toque de dureza y delicadeza, mezclado en una sola persona. Y eso es realmente muy raro.

— Es verdad, realmente me hiciste perder el control y eso nunca me había pasado. Incluso quiero disculparme contigo por dejar el set de filmación así. Fui una idiota al dejarte sola justo después de tu primera escena, pero lo hice porque me habían sacado de mi zona de confort y... no sabía cómo reaccionar —Murmuré, pasando una mano por su cabello.