Capítulo 11

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No pensé actualizar hoy porque el capítulo aún no estaba completo, pero como ustedes me han dado mucho seguimiento aquí lo tienen. Espero que lo disfruten.

Este cap va dedicado a mi colega y amiga, me siento como una mamá orgullosa.



No puedo evitar sonreír ante el abrazo que recibo por parte de Sesshomaru cuando llego a la sala. Antes no era tan cariñoso, pero parece que algunas cosas han cambiado para bien. A su lado, los padres de él están mirándome con una pequeña sonrisa que refleja vergüenza y timidez. Entiendo por que se sienten avergonzados, los tres fueron testigos de las palabras que le dije a su hijo el día de la boda. Y es que cada palabra fue cierta, sincera y aunque Inuyasha me aclame, no obtendrá mi perdón. Hace tiempo pensé que Abi es la persona que más odiaba, pero Inuyasha tomó su lugar. Todos los sentimientos que un día fueron de amor por él, los manchó con sentimientos negativos que jugarán en su contra. Porque no descansaré hasta verlo destruido. Justo como yo lo estuve.

—Gracias por recibirnos Kagome—habla Inu No Taisho quien está sujetando a su esposa. Sesshomaru se aparta e Izayoi se acerca mirándome con ese aire maternal que me dio justo aquel día donde Inuyasha me presentó como su novia frente a ellos.

Los ojos de Izayoi se llenan de lágrimas mientras sujeta mi rostro mirando mis ojos directamente. No sé qué encuentra que hace que una lagrima se resbale por sus mejillas. Siento la misma ternura que aquel día porque esta mujer nunca me ha demostrado tener más que amabilidad y amor hacia otros.

—Niña, ¿Cuándo daño te han hecho como para que la pureza de tus ojos haya desaparecido casi por completo?—susurra con voz rota antes de abrazarme con fuerza—pero a pesar de todo estoy tan feliz de que estés con vida Kagome. No sabes cuánto sufrí tu muerte, me alegra que realmente estés aquí—correspondo el abrazo enternecida con ella—siento que en nombre de Inuyasha debemos disculparnos. Sé que te hizo daño, trato de buscar una justificación y no la encuentro, lamento mucho lo que mi hijo te hizo. Lo siento mucho—me tenso ante la mención de ese jodido infeliz, pero solo me separo tratando de darle una pequeña sonrisa.

—Tú no tienes que disculparte Izayoi. Inuyasha tomó sus decisiones, y por ellas no debes preocuparte—es todo lo que digo antes de aceptar el abrazo de Inu No—pero siéntense, creo que estoy realmente sorprendida de que estén aquí tan pronto—justo ayer me comuniqué con Sesshomaru para hacerle saber que estaba disponible para cuando ellos quisieran venir a verme.

—Teníamos que hablar contigo—dice él con una sonrisa—no podría olvidarme de visitar a mi ex prometida—sonrío recordando todos los problemas que ese repentino compromiso me trajo.

—Me alegro de que ustedes al menos siempre creyeran en mí, que me defendieran—murmuro sorprendiéndolos—sé que cuidaron hasta de mi memoria, incluso me pusieron sobre su familia, sobre Inuyasha. Gracias, aunque pueda que no me crean, yo atesoro a las personas que siempre me protegieron, incluso cuando no estuve para verlo—les regalo una pequeña sonrisa e Izayoi toma mi mano mirándome fijamente.

—Gracias por escucharnos, dejarnos verte y no echarnos. Me alegra verte tan bien y tan hermosa, estás realmente impactante Kagome. Cuando te vi la primera vez eras solo una chiquilla asustadiza, pero que tuvo la valentía de salvar a mi familia. Ahora eres toda una mujer con una seguridad admirable. Me siento feliz por ti, aunque creo que has ganado mucho, siento la parte en la que has tenido que perder—susurra mirándome. Entiendo perfectamente a lo que se refiere, aunque gané dinero, más seguridad y determinación, perdí la ingenuidad, la bondad que había dentro para perdonar a los que me lastimaban.

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