Capítulo 48

782 91 150
                                    

Hola, hola, como fui buena trayéndoles este capítulo que no lo tenía programado para hoy, espero que sean buenos comentando muchas veces y dejando sus bellos votos. ¡Comenten que los leo!



Inuyasha


Hay un cumulo de emociones atravesándome mientras observo a Kagome que me mira con nerviosismo. La posibilidad de un embarazo ciertamente no estaba en mis planes y me choca de una manera que me tiene en un largo y denso silencio donde ella se remueve incómoda esperando que diga algo. Pero... ¿Qué puedo decir? Kagome me dijo que se cuidaba, pero también está su petición de usar preservativo. Yo respeté su decisión, aunque me había parecido rara en su momento. No sabía que sus palabras estaban relacionadas con que ella quería un bebé, Kagome sabía desde ese momento las posibilidades de que nosotros no nos cuidemos y entonces sucediera esto. Mientras yo estaba muy lejano a lo que pasaba. A lo que ella realmente quería.

Suspiro pasando las manos por mi pelo. Hay un sentimiento que se extiende por mi pecho, pero el recuerdo de lo que me acaba de decir Kagome instalan una molestia en mí. Camino para tomar una toalla y secarme con ella, buscando serenarme para no dejar ir todo lo que me está atravesando en este momento.

No quiero decir algo incorrecto, pero son demasiadas cosas a la vez, tantas ideas, tantas quejas, y un sentimiento de traición en mí.

—Di algo, por favor—su voz es suave, tanto que no parece de la Kagome que conozco.

—Un posible embarazo, ¿Cuándo pensabas decirme que estabas en búsqueda de un bebé?—cuestiono con molestia, haciéndola sobresaltar cuando mi tono frío la toma con la guardia baja.

—No es eso, pensé decírtelo...

—¿Cuándo?—cuestiono lanzando la toalla a una de las tumbonas. Kagome se queda en silencio y suspiro con fuerza, dejándola sola mientras me adentro a la casa. Subo las escaleras escuchando sus pasos seguirme, pero no me detengo.

—Inuyasha, ¿reaccionas así por la idea de un bebé nuestro?—cuestiona con evidente molestia cuando entramos a la habitación, me giro a mirarla. Parece nerviosa, pero también molesta.

—No, reacciono así porque nunca me dices las cosas Kagome. Un bebé, no sería solo tuyo, sería también mío. ¿Mi opinión aquí no importa?—inquiero—tener un niño es una responsabilidad demasiado grande, al menos podías decirme que tenías planes, no escondérmelo. Soy tu pareja Kagome, tenemos un montón de sexo, lo tenemos de todas formas porque confió en ti como pensé que confiabas en mí—ella me ve con arrepentimiento, pero me siento molesto con ella.

>> ¿Te has preguntado si yo quiero ser padre en este momento?—sigo sin poder evitarlo—estamos bajo el ojo del huracán Kagome, justo ahora un niño te pondría una mancha más grande para que Abi te ataque. Quiero tener un bebé contigo, pero no bajo estas circunstancias, no con mentiras y secretos de por medio, no con una loca maniática siguiendo cada uno de nuestros pasos—veo como sus ojos se cristalizan y me maldigo porque odio verla llorar, pero me causa más dolor saber que la causa de su expresión de tristeza soy yo.

—No es seguro aún—es todo lo que dice abrazándose a ella misma—y pensé en decírtelo, simplemente lo olvidé Inuyasha. Tú también como yo tienes la culpa, olvidaste también el puto preservativo, así que no me mires con esa expresión. Si hay un bebé realmente, es cosa de los dos—señala molesta.

—Nunca dije que fuese tu culpa, sé que es cosa de los dos, mi molestia no es por un bebé, mi molestia es por tus silencios, lo que me callas y ocultas. Ya no quiero más secretos entre nosotros Kagome, no aquellos en los que la vida de ambos pueda verse afectada. No secretos que pueden cambiar todo por completo, enviaré a uno de tus hombres a comprar una prueba ahora mismo, saldremos de las dudas—ella asiente y la veo irse a la cama con la cabeza baja. Camino hacia ella abrazándola por la espalda, eso la tensa—no quiero vernos así Kagome—susurro y ella muerde su labio.

Travieso DeseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora