Capítulo 41

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Gracias a las personas que se animaron a participar en el sorteo. Quedé encantadísima con los edit, de verdad, cada uno muy hermoso y con la esencia del libro.

Disfruten el cap.




En mi cabeza me había hecho cientos de diagnósticos muy diferente al que acaba de mencionar la mujer frente a Inuyasha y yo. Mi cabeza se vuelve un lio mientras trato de ubicar qué es eso, pero realmente no soy pie a saberlo. Creo que Tsubaki entiende que no estoy comprendiendo porque suspira mientras mueve de manera inconsciente el pie. En su mirada se puede notar el miedo que siente hacia Abi y creo que es lo mejor que puede hacer porque Abi es una persona que muy cuerda que digamos no está.

—Para que lo entiendas mejor, la limerencia se podría definir como el estado involuntario de profunda obsesión y encaprichamiento con otra persona—murmura—la limerencia es un trastorno obsesivo y muchas veces el afectado, incluso, puede sufrirla sin conocer personalmente a la persona a la que ama. Su obsesión le lleva a exagerar los atributos positivos de la persona "objeto" de su obsesión, minimizando al máximo sus defectos. Incluso puede acabar sufriendo manías de control y persecutorias.

>> Es decir, que puedes ser una persona terrible, pero frente al afectado serás la persona más increíble del mundo—asiento entendiendo a qué se refiere—muchas veces la persona afectada puede enamorarse de alguien que solo vio una vez o hasta de una simple foto, otras veces puede ser de alguien cercano—paso las manos por mi cuello cuando ella se queda observándome fijamente.

—¿Dice que Abi se enamoró de alguien?—ella asiente acomodándose.

—En el caso de Abi su obsesión fue mucha, quizás demasiada, al punto de que cuando esa persona se alejó, las consecuencias de la enfermedad la atacaron—sigue explicando con total tranquilidad—cuando esa persona se alejó de ella presentó un cuadro de depresión y ansiedad, también uno que otro comportamiento violento—respiro hondo y siento la mano de Inuyasha tomando la mía, le da un suave apretón como si quiera traerme de regreso.

—¿Quien... quien era la persona de la que Abi estaba enamorada?—cuestiono en voz baja y hay un timbre nervioso en mi voz. Creo saber la respuesta aun cuando ella no lo ha mencionado. Sé en qué momento Abi desapareció de mi vida tan solo por unos meses antes de reaparecer como un fantasma, como una odiosa sombra que me seguía para torturarme.

—Eras tú, Kagome—responde lo que ya sabía—tu hermana se enamoró de ti de una forma obsesiva, Abi estaba enloquecida contigo—siento mi pecho pesado y mi respiración algo errática porque realmente esperé que esas no fuesen las palabras.

Inuyasha me observa, pero yo solo miro un punto fijo en la pared con las palabras que acaba de soltar la mujer rondando mi mente de una manera nada sana. Me torturo queriendo que los recuerdos bloqueados de pronto vuelvan, pero no lo hacen. Quiero ver qué pasó, quiero saber qué cambió en Abi. Quiero saber si realmente fuimos dos buenas hermanas, aunque lo que acabo de descubrir es demasiado turbio.

¿Cómo una relación de hermanas terminó de esa forma? Ambas queriendo matarnos, ambas buscando la manera de que la otra caiga porque no podemos estar las dos en la tierra sabiéndonos vivas.

Abi me odia, yo la odio. Todo lo que veo en sus ojos al observarme es un profundo desprecio, es asco, es las ganas que tiene de verme rebajada y convertida en el mismo manojo de traumas e inseguridades que en el pasado. Durante muchos años le di la oportunidad a ella de gobernar en mi vida, de ser ese fantasma que me da miedo, pero no quiero hacerlo, quiero vivir al máximo mi vida, mis sueños... merezco ser feliz y vivir una vida plena.

Travieso DeseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora