Travieso Deseo

Capítulo 30

¡Apareciendo para darle felicidad a su fin de semana!

Espero que les guste el capítulo, lo disfruten.

¡Recuerden dejarme muchos comentarios y votos! Ese es el premio por portarme bien trayéndoles un nuevo capítulo.

Ahora los dejo leer.

Inuyasha

Suspiro sintiendo aun la calidez del cuerpo de Kagome contra el mío y tengo que admitir que no pensé que estuviese realmente cansada, pero ella ni siquiera despertó cuando le coloqué mi camiseta y me puse mi pantalón, la levanté y la traje hasta su habitación tomándome el derecho de quedarme a su lado porque nadie me iba a impedir descansar con ella.

Desperté temprano porque tengo una reunión importante hoy, pero desde que abrí los ojos solo veo a Kagome quien frunce la nariz mientras abraza mi cintura con sus manos viéndose adorable, mi dedo da con su nariz y ella sonríe entre sueños por lo que termino sonriendo. Lentamente hago que me suelte para ponerme de pie, aunque no quiera hacerlo, pero trabajo es trabajo.

Busco mi pantalón que me quité al llegar a su habitación y mientras me lo coloco no dejo de admirarla. Esta mujer podría tener todos los defectos del mundo físicamente y aun así me encantaría, parezco un idiota mientras sonrío y me acerco para cubrirla bien ya que su culo siempre será una distracción ante mis ojos.

Sin camisa, porque Kagome la tiene, salgo de su habitación mientras tarareo una canción sintiéndome renovado, al llegar a la cocina me encuentro con una chica que al verme me recorre de pies a cabeza mientras se sonroja de manera furiosa.

—Buenos días—susurra mientras me siento en uno de los taburetes.

—Buenos días, veo que tiene el desayuno preparado, Kagome desayunará en su habitación, agradecería mucho si pudieras poner todo en una bandeja para subirlo—ella asiente viéndose intimidada por mi presencia.

—¿Usted desea algo?—cuestiona ella.

—Un café por favor—saco el teléfono de mi bolsillo mientras me voy poniendo al día. Mi secretaria me envía un correo con lo referente a la reunión de hoy. Trabajo sentado y cuando la chica deja el café frente a mi le agradezco.

Cuando bajo el teléfono y llevo el café a mi boca casi podría haberme atorado, el papá de Kagome entra a la cocina enarcando una ceja mientras me observa de arriba hacia abajo como si fuese una terrible peste.

—Enseguida le sirvo su desayuno señor Ishida—habla la chica cuando nota su presencia, pero el papá de Kagome solo me observa antes de caminar y sentarse a mi lado.

Veamos, realmente no le agrado para nada a este hombre. Mi primera impresión no fue la más memorable y siempre que nos encontramos o ya me he liado con su hija o termino discutiendo con su hija, en ambas termino viéndome peor ante sus ojos.

—Kagome me contó todo—es lo que dice cuando rompe el silencio—que fuiste el mayor idiota de la historia, realmente nunca he conocido una persona tan nefasta para hacer planes como tú—podría ofenderme, pero estoy muy sorprendiendo con que este hombre me esté hablando.

—Nunca dije que era bueno haciendo planes—es todo lo que respondo.

—Sí, no planees nada, lo haces horrible—murmura—sin embargo, aunque solo empeoraste todo, gracias por intentar ayudar a Kagome—miro su rostro y veo la seriedad con la que me habla—no es fácil decirte esto porque durante cuatro años solo te vi como la basura que dañó mucho a mi hija, sin embargo, también fui el hombre que supo cómo la salvaste de un atentado donde si tú no te dabas cuenta de lo que pasaba pudo haber muerto. También presencié como te inculparon de una muerte que no te correspondía solo porque preferiste ir a la cárcel que seguir atado a Abi—mi boca se abre con lo último que dice y él ve el desconcierto—¿Qué? Tengo mis contactos, ¿creías que andarías merodeando a mi hija y yo no estaría atento a ti?—pregunta.