Travieso Deseo

Capítulo 16

Hola mis amores, espero que no me bombardeen por desaparecer, pero en Instagram ya avisé que este mes me pierdo un poco de wattpad, espero sean comprensibles y por favor, denle mucho amor con votos y comentarios al capítulo.

Ahora, vamos a esto.

Inuyasha

Sinceramente debo ser un jodido masoquista de mierda, porque esa es la única respuesta que encuentro a que Kagome Higurashi juegue conmigo de la manera en que ha venido haciendo desde que volvió, quise detener esto, pero ella sabe que me tiene donde quiere.

Paso las manos por mi pelo sintiendo la furia de que me utilizara para saciarse y luego me dejara aquí con una jodida erección que pierde fuerza cada que recuerdo que ella dijo que su maldito secretario trataría con ella. Pensar en ese tipo tocándola hace que la sangre se sienta más caliente. Ella sabe perfectamente que fibra debe tocar para tenerme enloqueciendo.

Salgo del maldito ascensor siguiéndola a ella y su perfecta figura a la distancia. Realmente Kagome es el tipo de mujer que debes mirar porque todo en ella te indica a hacerlo, antes igual, pero no sé, tal vez son los años en que estuve sin ver los cambios que iba realizando, pero ahora parece que puede lograr lo que quiera porque puede someterme de una manera temible.

Me detengo justo cuando Kagome choca contra Hiten y las siguientes palabras de Kagome me dejan frio en mi lugar.

Vi sus rostros, vi sus risas, como ellos me tocaban, como ellos me besaban... como me denigraban.

Mi mente queda en blanco con esas palabras que Kagome me dijo un día. Este bastardo con el que llevo años tratando, él fue uno de los malditos hijos de putas que le arruinó la vida a Kagome.

Siento me que falta el aire mientras que los murmullos sobre las palabras de Kagome son cada vez mayores, veo como Abi la mira con una sonrisa en los labios y eso me alerta enseguida. Trato de mantener la mente fría para no dejar ir todo el teatro matando a Hiten, pero la impotencia e ira que siento ahora mismo es superior a mí.

Recordar las lágrimas de Kagome esa noche, su dolor, como casi la destruyen por ese maldito video, siento como las náuseas aparecen, pero una vez más enfoco mi vista en Abi quien habla con alguien.

—¿Qué mentira inventas ahora?—pregunta Hiten con una sonrisa—¿violador? Al parecer los años en el más allá te han jodido el cerebro—él sonríe, pero veo como tiembla ligeramente.

Tranquilo Inuyasha, no cagues todo. No lo ataques, no ahora.

—No, solo digo que deberías prepararte, porque hay personas de tu pasado que volverán. Hiten, tus días viendo la luz del día están contados—ella sonríe—espera la demanda, haré que la decoren de manera hermosa, para que veas que pienso en ti—ella sonríe de manera siniestra.

—¿Pasa algo señorita Higurashi?—como si el mundo conspirara contra mi plan, el maldito secretario aparece.

Tengo demasiadas emociones recorriéndome a una velocidad alarmante, porque siento celos por el maldito secretario, pero él no es el causante de todo el enojo que siento en este momento.

Es que tengo ganas de agarrar a Hiten y destrozarlo, ese maldito infeliz se arrepentirá toda su vida de faltarle el respeto a una mujer de esa manera, ese maldito cobarde infeliz no sabe a qué jodido demonio ha despertado. Creo que él nota mi mirada porque me observa, pero yo solo estoy centrándome de no ir por un tenedor, enterrarlo en sus malditos ojos y luego sacarlo para dárselo de comer, juro que estoy viendo todo en rojo, lo único que me ha detenido de lanzarme a él es que Abi actúa de manera extraña.