Apuesto a que los he sorprendido a todos ¿eh? Lo sé, lo sé. Espero que disfruten mucho este cap y si me dejan algunos 200 comentarios, y muchos votos y vistas, para el lunes o martes estaré actualizando el siguiente.
¿Se animan a hacerlo?
Hace tiempo que no hacemos el reto y está súper fácil.
200 comentarios y 200 vistas para el lunes. Lunes o martes estaré actualizando.
Los amoro.
—¿Qué has encontrado?—le pregunto al mocoso que levanta la mirada hacia mí. Sus ojos verdes me observan con curiosidad y fastidio. Él pasa las manos por su melena anaranjada y sonríe. Si te digo que no es guapo mentiría. Apuesto que derrite muchas chicas con esa sonrisa.
—Nada aun, no hay nada relevante—hago una pequeña mueca—casi nunca está en casa—frunzo el ceño molesta porque se supone que hace días fui donde el jodido bastado de Inuyasha colocar micrófonos en toda su casa, hasta lo besé para distraerlo, que pérdida de tiempo.
Shippo, quien es un chico de diecisiete años amigo de mi padre, que vino a vacacional aquí y terminó buscándome, ahora trabaja para mí por lo que tengo que soportarlo. No es que me caiga mal, es que me irrita con facilidad ya que suele ser un sarcástico de mierda. Y para sarcásticos ya estoy yo.
Ahora lo tengo trabajando para mí, no es que él necesite el dinero, pero él me dijo que papá le había contado algunas cosas sobre mí, además, el mocoso este es un genio con la tecnología, esa es la única razón por la cual no le cerré la puerta el en rostro cuando se presentó ante mí.
En Canadá lo vi muchas veces. Es huérfano, creo que sus padres fueron buenos amigos del mío, razón por la que papá lo cuida como si fuese un hijo. Shippo no es mal chico, un poco negativo si, también flojo cuando quiere, realmente tiene muchas cosas que son un fastidio.
—Ese hijo de...
Detengo el insulto cuando veo que si sigo irá hacia Izayoi y ella no tiene la culpa del imbécil hijo que tiene. Suspiro y cuando Shippo piensa burlarse de mi poca paciencia salgo dejándolo solo en su habitación. Bajo las escaleras cansada porque he trabajado mucho últimamente, las empresas me están poniendo las cosas difíciles y si esto continua así, tendré que viajar el mes que viene a resolver todo personalmente.
Un bostezo se escapa de mis labios y uno de los nuevos guardaespaldas entra agitado por lo que detengo mi caminar mirándolo.
—Una señora quiere verla—habla el guardia. Realmente no tengo ganas de atender a nadie ya que solo quiero terminar de resolver lo que me falta, tomar una ducha e irme a descansar, pero creo saber quién es la visita inoportuna por lo que asiento.
—Déjala pasar—cuando él se va y escucho el sonido de los tacones antes de que la mujer elegante aparezca en mi campo de visión y confirme mis sospechas. Naomi Higurashi levanta la vista hacia y me observa como si estuviese parada frente a su peor error, quizás lo sea porque todo lo que quiero hacer es convertirme en su peor pesadilla. Esa que la persiga aun cuando esté despierta, la que perturbe su paz, la que haga que recuerde a quien lastimó y quién pagará por eso.
Naomi me repasa antes de hacer una mueca con los labios y la tentación de contarle en qué anda su querido marido me persigue, sin embargo, es muy buena información la que conservo que puede serme de más utilidad haciendo silencio. Ken Higurashi no sabe que permití no contar lo de su última conquista, pero las demás siguen en mis manos, él debería detenerse un poco a analizar cuando le hacen propuestas, y mucho más si soy quien las hago.
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Travieso Deseo
FanficCuatro años han pasado desde que Kagome dejó atrás su vida, desde aquel fatídico día donde descubrió una verdad que la destruyó. Ahora Kagome no es la misma chica de sonrisa fácil y sentimientos débiles. Es una mujer de armas a tomar que no le teme...