Capítulo 24

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Disfrutemos del fin de semana con un capítulo nuevo. Espero que lo disfruten mucho. Besitos a todos.




Inuyasha

Miro a Abi quien termina de arreglarse el labial frente a mis ojos, tenemos al menos diez minutos en completo silencio desde que llegó. Ella guarda todo en su bolso antes de darme toda su atención. Sinceramente estoy harto de esta mujer, desde que apareció en mi vida nada bueno a traído, desde que supe toda la mierda que le lanzó a Kagome solo quiero verla pudrirse en una maldita prisión, que quede tan olvidada por todos que sufra deseándonos el mal, pero nosotros seamos felices, siento que algo así sería una venganza estupenda para ella.

Abi es esa clase de personas que disfrutan joderle la vida los demás, es como si su vida fuese tan miserable y vacía que necesita con urgencia llenarla jodiendo a otras personas, o al menos me ha dado esa sensación en el tiempo que llevamos juntos. Es arrogante, egocéntrica y cree que el mundo lo tiene a sus pies, Abi piensa que nadie puede con ella, que es invencible y se cree alguna mierda rara de diosa. Te digo que su mente no es la más estable, de hecho, Abi es muy inestable, pero calcula de una manera que debes sudar frio, porque sabes que cuando te apunta, nada bueno vendrá.

Abi suspira haciendo que mire la coleta alta que lleva, luego pase a las facciones delicadas de su rostro y baje al vestido que lleva puesto. No puedo creer que ella haya matado a Hiten, lo máximo que pensé que le haría es que sea ella quien termine de hundirlo cuando Kagome y yo pusiéramos las pruebas falsas, pero no, Abi lleva las cosas a un nuevo nivel, sin que nadie le importe.

—¿Te quedaras viéndome toda la noche o te arrodillaras a pedir perdón?—pregunta ella en tono fuerte, una vez más me quedo en silencio haciendo que sus labios formen una fina línea—¿sabes la oportunidad que te estoy dando Inuyasha? Es algo que no hago con otros y tú la estas desaprovechando—finalmente concentro mi mirada en la suya, desafiante.

—¿Por qué se supone debo arrodillarme a pedirte perdón?—pregunto y ella se cruza de brazos soltando una risa irónica.

—¿Crees que no me enteré de lo que pasó en la fiesta?—pregunta—estuviste con esa maldita perra Inuyasha, tú que me asegúrate que no estarías con ella—enarco una ceja porque pensé que ella me hablaría de que fui al cumpleaños de Kagome, aunque fui sumamente cuidadoso en que nadie se entere de esa visita. Sonrío, porque al menos en esa parte Abi aún no tiene conocimiento.

—¿Todo esto es por celos?—pregunto como si fuese broma—porque los celos nunca te han quedado bien—Abi aprieta los labios con fuerza dándome una mirada de muerte, pero no me retracto.

—Tengo una propuesta para ti—susurra—puedo sacarte de aquí, pero tú debes hacer algo a cambio. Solo de esa manera puedes probarme que aun continuas de mi parte y que lo que me llegó sobre ti es falso—ella lanza una mirada por el lugar asegurándose de que el oficial que la trajo no está cerca—hundamos a Kagome—susurra.

—¿Cómo se supone que haré eso?—ella sonríe.

—Fácil, haz que firme algo que tengo y déjame lo de más—se encoge de hombros y yo sonrío.

—¿Solo eso y me sacas?—cuestiono y Abi se acerca más a los barrotes para adentrar su mano y que esta caiga sobre mi pecho. Su toque se siente como acido sobre mí, me controlo de ponerle una mueca de asco.

—Si aceptas es eso, si no aceptas prepárate para mañana ir a juicio y pudrirte en una prisión. Sabes lo que pasa allá dentro cariño, el dinero compra a las personas, y yo tengo mucho—mi mano toma su muñeca para alejar su mano de mi cuerpo.

Travieso DeseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora