Momentos antes.

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Cap 15.




Todos seguían en el patio luego de que Venezuela y USA se fueran del mismo.

Todos los estados corrían de aquí para allá molestandose mutuamente, solo dos no lo estaban haciendo, esos eran Bolívar y Miranda.

Caracas tampoco se encontraba ya que fue a revisar que FANB no le sacara las tripas a sus aliados.

Miami al no ver por ninguna parte a Washington se dirigió un poco tímido hacia el bolivarense.

— Hola. -. Saludo colocándose a su lado.

— Hola... -. Devolvió el saludo con voz gruesa.

Miami se extrañó del tono tan apagado que utilizo este.

— ¿Estas bien? -. Preguntó preocupado, el estado se encontraba algo pálido.

— Si, no te preocupes -. Respondió.

Pareciera que estuviera en automático cuando lo dijo.

— ¿Seguro? -. Preguntó no creyendole nada.

— Dije que estoy bien -. Dijo con voz dura y mirando hacia el piso.

Una fuerte puntada en su cabeza hizo que soltara un leve gruñido.

Esto asusto a Miami.

— S-sorry -. Se disculpo -. No fue mi intención sonar tan insistente, no lo volveré hacer, seguro que soy una molestia...

Bolívar al ver como el chico se asusto y empezó a hablar así de él intento corregir sus palabras.

— No vale, no eres una molestia y- Uh -. Se sujeto un ojo adolorido.

Cuando logro aguantar un poco el dolor logro divisar como el mirandino se iba del patio corriendo.

Eso prendió una alarma.

Esta vez empezó a ver borroso por un ojo, eso no significaba nada bueno.

— ¿Qu-

— Me voy -. Dijo rápido y se largo del lugar casi corriendo detrás del mirandino.

Por otra parte Miami se quedó preocupado, pero dudaba en ir a ver que le pasaba.

El estado le había dejado claro que estaba bien.

☆…☆…☆…☆…☆…☆…☆…☆…☆…☆…☆…

— ¡Miranda! -. Llamo al entrar a la habitación.

— ¡Coño! -. Salto el mencionado asustado.

Bolívar se quedó en silenció al ver como su "hermano" se daba la vuelta dejando ver un ojo totalmente negro y lágrimas cubriendo este.

— No me mires así, tu estas igual de jodido que yo -. Mencionó limpiándose las lagrimas.

— Uh, supongo que si -. Susurro tocandose el ojo. Ya no podía ver nada por este.

La habitación se quedó en silencio.

— ¿Cuanto más?... -. Preguntó más para si mismo que para su acompañante -. ¿Cuanto más tendremos que aguantar esta mierda?.

— Miranda no-

— ¡Miranda nada! ¡Estoy cansado! -. Chilló -. ¡Me duele la maldita cabeza! ¡No veo por un ojo Bolívar! ¡NO VEO! -. Se quejo sosteniéndose el ojo -. M-me duele... -. Sollozo.

Bolívar solo lo pudo mirar impotente para luego acercarse.

— Yo se Miranda, yo se... -. Dijo abrazándolo.

Pussy e' your motherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora