Long Way From Home ||Larry||

Prólogo

Si alguna vez le preguntabas a cualquier persona quién era la familia más poderosa de todo Londres, muy probablemente te dirían que la familia Tomlinson lo era. Porque esa familia era dueña de la mitad del comercio y principal contribuyente de la economía del país. 

Teniendo como cabeza de las empresas a Louis Tomlinson, un Alfa proveniente de Doncaster, que asumió el poder de todo al morir su padre apenas teniendo doce años y ahora con casi veintiséis está completamente al mando de las empresas que su familia posee. 

Louis era conocido por ser alguien muy bueno en los negocios, era paciente cuando debía prestar algún favor pero también esperaba con esa misma paciencia que le devolvieras ese favor a tiempo o debías atenerte a las consecuencias. 

Era probablemente el Alfa más codiciado del mundo, por sus riquezas y puede que también por su atractivo. Pero nunca se le vio saliendo con alguien, no parecía estar interesado en eso. Muchos tabloides creían que no estaba interesado en el amor o algo que se le parezca, Louis jamás dijo nada al respecto. No se sabía nada de su vida privada, era un completo misterio. 

Por otro lado, estaba la familia Styles que era igualmente poderosa, no al mismo nivel que la familia Tomlinson pero igualmente tenían sus contactos e influencias. Todos los miembros de esta familia vivían la vida gastando el dinero sin ningún tipo de preocupación, todos eran Alfas, excepto el hijo más pequeño, quien estaba comprometido con un Alfa desde que era un pequeño niño. 

Harry prefería vivir su vida con modestia a pesar de tener su vida prácticamente arreglada gracias al dinero de su familia, incluso tenía un trabajo en una florería. Él se aferraba a la idea de que el tener dinero no significaba que tenía su vida arreglada, además no sabía si a su prometido le gustaría que siguiera trabajando cuando finalmente se casaran, entonces lo haría hasta donde se le fuera permitido. 

Amaba su trabajo, simplemente la idea de estar rodeado de flores todo el día lo hacía feliz. Pocas cosas lo hacían feliz realmente, no tenía el control absoluto de su vida simplemente por el hecho de ser Omega, sus padres creían fuertemente en la idea de que los Omega hombre no eran nada sin un Alfa, y bueno eso le causaba conflicto y creía que era una completa estupidez. 

Aun así tuvo que aceptar su compromiso a regañadientes y acostumbrarse a la idea de que su vida sería de esa forma por el resto de ella. Aunque intentaría ser feliz en su matrimonio, incluso si su corazón no estaba del todo convencido de siquiera tener algún sentimiento hacia Mathew Salmon, hijo de un amigo cercano de su padre. 

Su familia era un tanto complicada, sus hermanos no le prestaban atención y su padre parecía pensar que lo contagiaría de algo si se le acercaba, su madre en cambio era su mejor amiga. Amelia era una Omega muy dulce con todos sus hijos, pero tenía en Harry un mejor amigo a quien podría contarle todos sus secretos y no sería juzgada. Aunque ella pensaba que su pequeño cachorro estaría mejor si se casaba con Mathew, incluso si Harry le aseguraba que sería mucho más feliz a solas. 

Harry no tenía muchos amigos además de Zayn Malik, su guardia de seguridad. Él era el único en quien realmente podía confiar para todo, en quien podía ver un cómplice para todo.   

Harry a veces se odiaba por no haber nacido Alfa o Beta, seguramente su vida no sería tan triste, no tenía a nadie realmente además de las flores, Zayn y a veces su madre. 

¿Por qué tuvo que ser un Omega?

No podía hacer nada sin que las personas creyeran que se iba a romper, no podía desobedecer ninguna orden sin poder ignorar los mandos de los Alfa, no podía salir a la calle de noche porque lo podrían lastimar. No podía opinar sobre nada, mucho menos sobre su vida, ni tampoco tenía permitido dar su punto de vista sin sentirse juzgado. 

Se estaba preocupando por cosas que realmente nadie a su edad debía tener en cuenta

Lo único que anhelaba era ser feliz, ser libre y viajar muy lejos de Inglaterra. 

¿Algún día podrá serlo realmente?