Long Way From Home ||Larry||

Parte 18

Harry estaba acurrucado en el asiento de atrás abrazando a Zayn mientras intenta calmar su llanto, pero no puede porque le duele todo su ser. Aunque la herida en su corazón es la que dolía más, sus sentimientos fueron pisoteados y cuestionados sin piedad. 

Albert observaba por el retrovisor de su auto con preocupación a su hermano menor, no había dejado de llorar ni gimotear desde que salieron de la casa de Louis. 

Y es que todo pasó tan rápido, tampoco sabía que el esposo de Harry era el mismísimo Louis Tomlinson para quien su colega trabajaba eran la misma persona. 

Estaban yendo al departamento del Alfa para poder descansar al menos hasta mañana y esperar a que todo se calme y preguntarle a Harry qué es lo que quería hacer a partir de ahora.

Jean entendía lo que estaba sintiendo Albert y también lo que sentía Harry porque vivieron casi lo mismo, solo que su pareja falleció hace ya bastante tiempo. Entendía la sensación de angustia y tristeza que su alma comenzaba a albergar.

Estaba lloviendo afuera como si estuviera de acuerdo con el estado de ánimo del Omega al que acaban de romper el corazón.   

Al llegar al edificio de Albert, Zayn despierta a Harry hablándole suavemente al oído para que no recaiga y vuelva a llorar. Albert se despide de Jean cuando ve desaparecer a los Omega por la puerta de entrada al edificio.

—Llévate mi auto, ¿de acuerdo, amor? Está lloviendo un poco fuerte, por favor ve con cuidado. Te amo mucho. Yo veré como está mi hermano después de lo que pasó.

Jean se acerca y besa cortamente sus labios, antes de separarse y de asentir.

—De acuerdo, vendré mañana por ti y no acepto un no por respuesta. 

Albert suspira y murmura una respuesta afirmativa con una sonrisa comprensiva y dejar un beso en la palma de su mano a modo de agradecimiento.

—Te espero, sabes que puedes subir sin compromiso.

—Ya vete, tu hermano te necesita, no quiero retenerte más.

Se besan de nuevo y cuando lo ayudó a bajar los bolsos de Harry, Jean se fue  y Albert esperó por el ascensor para poder irse a su departamento y ver a su hermano.

Cuando llega deja las maletas en la puerta y busca directamente a Harry, y se lo encuentra acurrucado en su cama siendo abrazado por Zayn mientras llora en sus brazos.

Se acerca hasta el pie de la cama preocupado de escuchar los sollozos de su hermano menor. 

—¿Cómo está?— le pregunta a Zayn y se recuesta a un costado acariciando su brazo a modo de consuelo.

—No deja de llorar, estoy comenzando a preocuparme porque él jamás llora.

Albert hace una mueca porque era cierto, Harry era una persona que no se derrumbaba fácilmente y cuando algo realmente lo ponía mal es cuando lloraba o se ponía triste.

—No es para menos tampoco—dice acariciando su cabello—Hazz, amor, tranquilo. Respira y cierra tus ojitos, mañana será un mejor día. 

Ambos empiezan a tararear la canción favorita de Harry para que pueda dormir o al menos intentarlo.

Harry se deja guiar por la voz de su mejor amigo y de su hermano para poder dormirse y dejar de llorar porque le dolían los ojos. Se sienta en el respaldo de la cama y suspira, no siente sueño y ya no quiere llorar, tal vez hablar ayude.

—¿Por qué duele amar? Me duele el corazón y siento un enorme vacío en el pecho. Me molesta porque Louis no merece que llore por él, no con las cosas que me dijo.