BODA Y LUNA DE MIEL
Cuando Louis estuvo completamente rehabilitado y el cortejo había terminado, gracias a la Luna, bendecido por los elementos, ambos habían decidido dejar el momento de su enlazamiento para su luna de miel.
Ambos estaban de acuerdo en que ese momento, el de enlazarse, debía ser especial.
Cuando anunciaron que se casarían por voluntad propia hubieron muchos besos y abrazos por parte de sus familias, los medios lo anunciaron como el evento del año y ambos estaban muy felices con esas reacciones.
Entonces se encargaron de los preparativos juntos, decidieron la mantelería, la cubertería, los arreglos florales, la música y todo aquello que era necesario para una ceremonia de ese nivel.
Una vez decidido todos aquellos detalles, buscaron un lugar sencillo y hermoso al mismo tiempo donde se llevaría a cabo la ceremonia. Encontraron un hermoso campo de flores al oeste de la ciudad de Londres, era perfecto.
Y cuando todo estuvo listo solamente tuvieron que esperar unas cuantas semanas, tras meses de planificación, para poder unirse en matrimonio una vez más.
La prensa respetó su decisión de poder obtener privacidad en un día tan importante, Harry y Louis lo agradecieron bastante.
Louis se sorprendió un poco cuando recibieron esa respuesta de la prensa. Harry simplemente se soltó a reír y le dio un besito en los labios haciendo que el Alfa olvidara su sorpresa inicial para concentrarse en no sonrojarse por el inesperado besito que su Omega le acababa de dar.
Las últimas semanas previas a la boda les sirvieron para disfrutar su tiempo de pareja "comprometida" y enamorarse cada vez más de las virtudes y defectos del otro.
Amándose con total libertad y plenitud.
Eran dos amantes locamente enamorados que estaban viviendo su amor como siempre habían anhelado antes de conocerse, y ahora que se tenían no podrían ser más felices de la vida que estaban llevando hasta ahora.
Sin arrepentimientos.
Entonces las semanas faltantes pasaron muy pronto y el día de la boda había llegado oficialmente. Harry había llorado de la emoción la noche anterior y Albert estaba ahí para consolarlo y decirle que todo iba a salir bien. De hecho, todos los hermanos del Omega estuvieron ahí para brindarle consuelo y ánimos también.
Albert le obsequió otro hermoso broche hecho de jade, para reponer el otro. Harry soltó una risa cuando le dijo que ahora sus ojos sí combinarían con el broche y no al revés. Y también un hermoso anillo con sus iniciales, según el Alfa para traerle suerte.
Harry se estaba poniendo el traje que había elegido llevar ese día tan importante y que su madre y su suegra le enviaron a medirse para que uno de los mejores diseñadores lo confeccionara en Roma.
Era un hermoso traje de la marca Gucci con detalles en blanco y negro, combinando con el anillo de rosa que Louis le regaló hace tiempo y que no se lo quitaba por nada del mundo.
Le encantaba tener los dedos adornados con sus anillos, lo hacían sentir especial.
Se miró una última vez al espejo y soltó un suspiro, estaba listo para casarse con ese lindo Alfa de ojos zafiro. Le encantaba lo que el espejo estaba reflejando, era él. Era solamente Harry siendo el Omega más dichoso de la historia, era él con el corazón rebosante de felicidad y el alma llena de esperanza.
Cuando sus padres llamaron a la puerta lograron sacarlo de sus pensamientos dejando que pasaran y se acercaran a él. Se pararon ambos al lado del menor y sonrieron con cariño, su bebé se estaba casando, otra vez, estaba dejando de ser su niño para convertirse en un hombre independiente. Y no podían estar más orgullosos de su retoño más pequeño.
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Long Way From Home ||Larry||
Fanfiction"Aparentemente, la primavera ya está aquí. Veo la primavera en sus ojos, y el otoño en nuestros corazones."