Parte 24

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Harry estaba mejor desde que él y su padre tuvieron aquella charla, siguió con su vida lo mejor que pudo. Asistió a clases, siguió trabajando para la señora Huron, comenzó a asistir a un gimnasio y se vio involucrado en la organización de su presentación del museo. 

Ya solo faltaban dos días.

Todo aparentaba ir bien, pero su corazón no. Lo sentía vacío, como si hubiese perdido una mitad en el fondo del océano. Perdido en el desierto en busca de un oasis donde poder refrescarse. En espera de que el cielo lloviera y regara la tierra para que viera florecer las semillas que esperaban ansiosas por ella. Esperando que el sol salga una vez más.

Por días dejó el pensamiento por la paz, pero cuando más trataba de ignorarlo, siempre regresaba al punto de retorno. La solución estaba en frente de sus ojos, pero no podía tomarla porque muy en el fondo temía que todo saliera mal, de nuevo.

Además no entendía porque estaba angustiado si él era el afectado aquí, pero se preocupaba por Louis demasiado. Quería ser egoísta y pensar por una vez en sí mismo y en su propio bienestar, pero, sin embargo, no podía. 

Tenía la leve sensación de que algo no estaba bien, había momentos en los que se sentía repentinamente angustiado, triste, con un nudo en la garganta. Y era extraño porque él creía estar en paz consigo mismo. 

Estuvo sintiéndose de esa forma por casi dos semanas y cuando ya no pudo más se vio en la obligación de pedir ayuda. Más bien un consejero que le ayudara a comprender lo que estaba pasando consigo mismo. 

Hizo un viaje a un lugar mágico que era conocido como el sitio donde podías encontrarte a ti mismo a través de la meditación, además de otros métodos que ayudaban, como el yoga y otras prácticas además de esa.

Pero no se conformó con esa opinión y le pidió consejo a sus padres, ellos fueron muy objetivos y lo ayudaron a tomar su decisión. También aprovecharon para darle muchos besitos y un abrazo de parte de ambos, uno muy apretado.

Y justo en ese momento su mamá le susurró al oído: 

"Sigue a tu corazón, él nunca se equivoca. Si se pierden es porque no era su tiempo, pero el destino es caprichoso y hace que cambies de planes si así lo dispone. Sigue a tu corazón mi niño y encontrarás la respuesta."

Poco después de esa plática tuvo una introspección en la que analizó los pros y contras de su situación. Cuestionando cada sentimiento y pensamiento que cruzaba por su mente y por su corazón en ese preciso instante. Y entonces llegó a la pregunta que ayudaría a su conclusión:

¿Valía la pena luchar por su relación con Louis? ¿Había esperanza de una reconciliación?

No le importaba lo que sea que Minerva haya hecho, puede que un poquitito, no le interesaba todas las humillaciones que recibió de su parte. No. Lo que realmente le interesaba era saber las razones por las que Louis le dijo que ya no lo amaba, que jamás se sintió de esa manera, que todo era un simple arreglo y nunca dejó de serlo.

 ¿Por qué diría algo cómo eso?

"No lo entiendo, Eddie. ¿Por qué siquiera se esforzaría en que nos llevemos bien, si todo era una farsa?" habla con su lobo mientras miraba al cielo nocturno recostado en la ventana de su habitación.

Edward estaba contento comiendo su cena cuando escuchó la pregunta, limpió sus patas y se recostó boca arriba para acurrucarse en su nido y soltar un suspiro.

"Bueno si me lo preguntas a mí, no sabría decirte con exactitud. Los seres humanos son muy complicados desde mi punto de vista, vamos que con uno siento que enloqueceré para siempre."

Long Way From Home ||Larry||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora