>Capitulo 11<

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'vamos juntos'

-sin duda... Eres peligroso, si, mi gobierno ayudo en matarlas, más no son del todo responsable, hubo una cosa más... El narcotrafico- México estaba a punto d e hacer su pregunta cuando escucho como una de las puertas se abrió.

-¿pasa algo México?- pregunto Rusia mirando como el mexicano se levantó despacio y sin hacer mucho ruido para somarse y ver algo -mich ya se levantó-

Rusia se levantó para mirar a la misma dirección que el mexicano, ambos vieron a la pequeña estado con su cabello alborotado y medio dormida, cargaba con ella a su peluche de oso arrastrandolo y tallandose un ojo mientras caminaba directamente a las escaleras al segundo piso.

-aww, creo que te quiere despertar- mencionó el norteamericano dándole un codazo a su acompañante y mirando como su hija subía las escaleras con dificultad, el ruso sólo sonrió nervios con un pequeño sonrojo -¿d-deberíamos de ir detrás de e-ella no?-

{...}

Regresando a ese mismo día, la tarde pasó rápido y sin más espera llegó la noche, dentro de poco tendría reunión los dos países de la casa.

En la cocina se miraban a Rusia y México, este último le había preparado un "atole" a Rusia, el primer atole del ruso.

-entonces rus, ¿en dónde era la reunión?-

-en Japón- México rodó los ojos cansado -me lleva la chingada, a ver... Son quince horas de viaje aproximadamente, pero eso es de la capital, y de aquí a la capital y de ida serian unas dos horas... Y este, ¿a qué horas exactamente es la junta?-

-a las diez de la mañana- el mexicano soltó un quejido sabiendo que tendría que irse un día antes -entonces nos iríamos mañana a las tres, bueno, ¿tu ya reservaste tu boleto de avión?-

Rusia negó con la cabeza a lo que México sonrió levemente con los labios -muy bien, nos vamos juntos- el ruso casi se ahogaba ante la petición de su interés romántico -¿e-enserio?-

-pues si, sería lo más lógico, pero aquí un pequeño detalle, ¿te sentirías a gusto con que los demás sepan de tu situación?- el ruso lo pensó unos segundos -Нет, ¿podemos evitar eso?...-

-Simón, solo que en ese caso, tendríamos que fingir que no te estas quedando conmigo, así evitamos preguntas incómodas de los chismoso-

-entonces... Hago de cuentas que no somos para nada cercanos- el mexicano asintió amablemente -y estando allá, hay que tener cuidado, hay algo o alguien que últimamente me esta viendo a lo lejos-

-¿que cosa?-

-nada especial, solo es eso, tener cuidado-

[...]

La bella tarde del día siguiente daba unos cantos de pajaro entrando por las ventana de nuestro mexicano, este último corría de un lado a otro checado que no se le olvidará nada.

Y cuando se aseguró, pudo finalmente descansar en su cama, miro la hora, eran las dos, le faltaba una hora.

El mexicano sintió como por fin podía darse un respiro, y de repente sintió como un par de señoritas se adentraron, sin siquiera abrir los ojos México supo distinguir quienes eran -yucatan y quintana roo, ¿qué hacen aquí?-

La más chaparra sonrió nerviosamente -ay apá, roo y yo queríamos... Este hacer un pequeño tatuaje con henna-

-tengo una junta mija, ¿no me lo puedes hacer después?- roo y yuca lo miraron con ojos grandes haciendo un pequeño berrinche -ahg... Solo uno y que sea rápido y pequeño-

Tú y yo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora