>Capitulo 53<

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'una tormenta'

Después de ese primer toque de labios ambos deseaban más y más, así que acordaron una relación en secreto por obvias razones, los dos son hombres y en ese entonces, como es incluso ahora, no era bien visto y había castigos extremos para "convertirlos a normales".

Los días pasaron haciendo que las estaciones cambiarán de forma lenta para ambos pues cada que podían se veían en privado, ya sea en el cuarto de Rusia o en ese campo de luciérnagas y amapolas.

Asiendo así que su pequeño romance se pudiera esconder a la vista de los demás, pidiendo tener noches juntos, ya sea inocentemente o no tan inocentemente, pasando así 3 años de tantas caricias, besos y simples abrazos que adoraba México por parte de su en ese entonces novio.

Llegando el mayo de 1945, así como un mayo los unió una vez, ese año los tuvo que separar. Cómo última despedida en público, no pudieron darse ningún beso, ningún abrazo no siquiera una caricia, lo único que pudieron hacer fue darse un apretón de manos como tan "buenos amigos".

Después de esa despedida no tan buena, Rusia le llegó una carta de su hijo, su capital Moscú, al parecer ya regresaría de estar en inconignito en medio de los alemanes, aparte de la cara venía un bolígrafo que le dió de regalo ya que, según el, lo había comprado por impulso y estaría mejor con su papá, era su forma de dar regalos sin verse tan cursi según el.

Sin embargo ese "llegaré" de su hijo nunca llegó, pues en julio de ese mismo año perdió a su capital por una herida de bala, directamente en el pecho pues, uno de los alemanes se sintió traicionado y disparó sin más.

Eso fue un golpe bajo para el país de climas fríos pues esperaba poder abrazar a esa capital que había educado, criado y amado como su hijo. Fue entonces cuando pidió buscar a la reencarnación y que se lo dieran a él ya que pensaba criarlo de nuevo él enseñándole buenos valores y dándole cariño que estaba seguro que sus supervisores no le darían.

{...}

Mayo de 1946, apenas había pasado un año desde que los habían tenido que separar, cuando México no pudo más con la ansía de verlo, así que a escondidas se fue a visitar a su novio, se llevó una sorpresa al ver a Rusia cargando un niño cuando fue a su casa, dónde antes era la base donde se conocieron.

México al inicio le soltó una cachetada al verlo con un bebé, hasta que Rusia le explicó y mostró la marca debajo de la oreja confirmando que ese bebé era la capital rusa y no un hijo biológico de su 'cariño'. Se disculpó para posteriormente ambos irse a la que ahora era la sala principal cargando al nene para poder hablar de cosas más privadas sin la necesidad de estar alertas por si llegaba el supervisor de Rusia o alguien más.

Cabe aclarar que Rusia vivía solo con el bebé Moscú, pero de vez en cuando su supervisor llegaba para ver si estaba todo en orden, e incluso a veces se quedaba a dormir si es que tenía sospechas de que Rusia haría algo no correcto según ellos. Así que estar en el marco de la puerta y hablarse cariñosamente no era tan buena idea.

Ya ahí México cargó al niño, hace décadas que no cagaba a un bebé así que lo tomo como si ese niño fuera la cosa más delicada del mundo -mira cariño, sus ojos son amarillos, como si fuera miel-

-apenas es un bebé Mex, esperemos que se le queden así de grande- el mexicano se sentó en el sofá mientras arrullaba al pequeño haciendo que esté poco a poco se quedaba dormido -oye cariño, ¿sabes que sería increíble?-

-¿que cosa?- preguntó Rusia sentándose a su lado -que pudiéramos tener un bebé tu y yo- Rusia abrazo de los hombros a su novio -eso sería imposible en la naturaleza-

Tú y yo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora