Tú y yo

>Capitulo 29<

'luciérnagas'

Los pensamientos de Rusia solo repetían esa frase, "¿Otra vez de distraído милый? [cariño?]", ¿Que eran?, Ya tenía claro que no eran simples sueños, el ambiente, la forma de vestir de México y el lugar le recordaban a sus tiempos en la guerra, en la guerra fria.

No tenía muchos recuerdos de esa época pero en los pocos sabía que ese era la forma de vestir en aquellos tiempos, eso era lo malo de vivir por demasiado tiempo, empezas a olvidar pequeños detalles, o tu propia mente era capaz de bloquear recuerdos por algo que le pudo haber pasado, Rusia creía firmemente que capaz y lo que le pasaba era la segunda opción.

Esos pensamientos lo estaban agotado, pero por alguna razón no podía dormir, lo primero que se le vino a la mente fue ir a la cocina por un té.

Y así fue, caminaba solo por el pasillo, eran las 4 y media de la mañana, estaba por entrar a la cocina cuando escucho de nuevo una melodía, una melodía que se le hizo muy familiar -pasaste a mi lado~
Con gran indiferencia~
Tus ojos ni siquiera voltearon hacia mi~- se asomó un poco para comprobar que era México.

La melodía que salía de sus armoniosos labios eran como una caricia al oído, su voz era dulce pero un poco ronca, era una voz que te podía arrullar sin problema alguno -y toda mi amargura~
Se ahogo dentro de mi~
Me duele hasta la vida~
Saber que me olvidaste~- la letra parecía triste, por lo poco que veía Rusia de reojo parecía como si estuviera hablando en vez de cantando, ya que se escuchaba la sinceridad en sus palabras.

-y sin embargo sigues~
Unido a mi existencia~
Y si vivo cien años~
cien años pienso en ti~- algo cambio en esa parte, era como si México estuviera cantando siendo un enamorado en la ventana de su amada.

La melodía siguió y se repitió de nuevo esos párrafos, Rusia recordó como cantar era también uno de sus pasatiempos, recuerda que hace unas décadas cantaba esa canción en español, siempre se sentía cómodo y una sensación cálida cuando la entonaba, inhaló y exhaló para tomar el valor que le faltaba para acompañar esa canción -y sin embargo sigues~- en cuanto México escucho esa voz profunda se sorprendió y dejo de cantar, pero Rusia siguió -unido a mi existencia~
Y si vivo cien años~
Cien años pienso en ti~-

La mente de México se encontraba embobada apreciando esa entonación de su compañero, movió la cabeza rápidamente de un lado a otro sacándolo de ese trance, dejo de lado su taza de café y estaba a nada de salir corriendo por la vergüenza que seguía teniendo por lo que pasó hace un día.

Sin embargo sus planes fueron frustrados por el ruso que lo tomó delicadamente de su muñeca -no me evites Мексика, no quiero que dejes tu café a medias por mi culpa, si te incómodo me ire yo-

-espera no... No te vayas... Solo me sigo sintiendo avergonzado... Eso es todo- Rusia acarició la mejilla del mexicano con calidez -no te preocupes por eso Mex, entiendo que no estaba en tus cinco sentidos, y no me tomé enserio nada de lo que me dijiste... ¿Que tal si hablamos de otra cosa?-

México apartó la mano de Rusia de forma tímida para posteriormente ir de nuevo a la cocina y sentarse en una de las sillas de la barra -¿a que venías Rus?-

-no puedo dormir... Quería hacerme un té-

-siempre tu y tu té, eres el único en esta casa que toma té por gusto- Rusia calentaba su agua y se sentó enfrente de México en la barra -es común en donde yo vivía tomar té, así como todos ustedes comen la mayoría de comidas con tortilla-