'¿ya me puedo ir?'
Los nervios es algo normal en la mayoría de personas que invitan a salir a su 'crush' y esté acepta, ese era la situación de Canadá, sentía un tipo de angustia en el estómago que se le hacía incómodo hasta cierto punto, era como entusiasmó acumulado.
Estaba así de nervioso porque nunca pensó que podría llegar a tener una cita con Mex, la "bella Luna" que siempre se ha dado a desear. Llegó con media hora de anticipación, es que en el hotel los minutos se sentían como una eternidad, y pensar que ayer le había mandado el mensaje, en cuanto obtuvo una respuesta y un lugar en donde ir, compró un boleto y llegó a ciudad de México.
El plan era el ir a una cafetería a comer, luego caminar por la ciudad como antes lo hacían siendo "amigos", y por último ir a cenar un restaurante que su hermano USA le recomendó hace un par de meses atrás. Ya eran pasadas de las tres, la hora acordada, pero conocía bien a México, la puntualidad no era su fuerte.
-¡lo siento!- escucho a México detrás de él, de dió la media vuelta y si, ahí estaba él, vestido con unos pantalones holgados azul marino, una camisa de manga larga y botones de un tono azul rey, le quedaba algo grande pero le asentaba estupendo, luego vio que esa misma camisa tenía la bandera de Rusia en el costados derecho, eso lo irritó -que linda camisa Mex, te queda bien- dijo con una sonrisa falsa y muy forzada que se podía notar a simple vista
-oh, ¡gracias! Y eso que no es mía- México sonrió levemente, era obvio que llevó esa camisa de su ex novio para joderle el humor a su compañero -vaya, entonces te queda bien todo-
-si... Oye Canadá... ¿Tienes algo que decirme?- preguntó por una simple razón, seguía una pequeña esperanza dentro de él que Canadá realmente se arrepentía, que era un error todo eso, quería por alguna razón, seguir creyendo en él, aunque eran evidentes sus mentiras, era como si los recuerdos lo seguirán conteniendo y controlando de explotar en rencor y tal vez desearle la muerte. Canadá por su parte lo miró confundido, sonrió torpemente -¿de que hablas Mex?, Si tengo algo que decirte pero...- sus mejillas llenas de pecas se cubrieron con un matiz rojo -de eso hablaremos más tarde-
México no tenía que ser adivino para saber para que Canadá lo busco -oh... Okey- dejo salir un respiro decepcionado, con ese respiro también se fué esa poca fé que le tenía, incluso el respeto -hay que empezar Canadá, necesito regresar a mi casa lo más antes posible- y así empezaron la cita más incómoda que México ha tenía que soportar.
[...]
El otro lado del mundo la noche era la que gobernaba, en el encierro ni siquiera podían distinguir entre la noche y el día, que más daba si no tenían nada que hacer ni con que distraerse todo el tiempo.
A Rusia le permitieron hacer repostería, ya hace unos cuantos años que no lo hacía, sentía que estaba oxidado pero eso sería mejor, podría aprender de nuevo. A parte que no había otra cosa que hacer.
Hacía que China lo intentará y así distraer su mente al menos por unas horas, en cuanto al contacto físico, Rusia ya lo toleraba, al parecer solo fue el shock del momento.
[...]
La primera semana paso más rápido de lo pensado para ambas capitales, no sintieron el pasar de los días por la convivencia que ellos se hacían mutuamente. Aunque los primeros días fueron incómodos, se pudieron acostumbrar a sus costumbres, costumbres personales.
Por ejemplo, Moscú no podía dormir bien si no tenía a su lado a un oso de peluche, algo infantil para Ciu sin embargo, entendible para una representación que falleció hace unas décadas. Pero la ciudad mexicana no se salvaba de las malas costumbres, pues el no puede dormir sin su música, la deja con un temporizador y con ella misma se acurruca, aunque eran canciones tranquilas y hasta cierto punto, aburridas, Moscú se le hacía molestó.
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Tú y yo
RandomPuede que los secretos te jueguen en contra si no sabes a quien se los dices. Pero al parecer estos secretos tienen nombres y listones de colores en sus cabellos. "Esto tiene que quedar entre tu y yo" [Rusmex] -🦊🌷🦋