>>Capitulo 40<<

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'cumpleaños'

En el vuelo de nuestros queridos países iban en sus habituales lugares del avión, es decir, México en la ventana y Rusia en el pasillo. México se miraba pensativo después de todo eso que tuvieron que pasar unas horas atrás, se sentía culpable y algo mal por haberle hablado tan fuerte a Canadá.

Miraba su ramo de flores perdiendo conciencia del tiempo que pasaba a su alrededor, Rusia notó eso y quería decirle algo a su novio, un detalle que quería compartir, no quería que se decepcionará de él como está vez.

Así que suspiro lentamente para tomar la mano de México entrelazando la con la suya llamando su atención -luciernaga, dentro de un mes yo quedé de verme en Pekín con China, me dijo que no había podido ir a estas reuniones por exceso de trabajo, te lo quería comentar para que está vez te enteres conmigo-

-oh... ¿Cuando?-

-dentro de un mes y medio, el 30 de mayo- México bajo sus ojos algo triste -¿Cuánto tiempo?-

-a lo mucho un día, solo es ida y venida, no planeó quedarme allá mucho tiempo- el mexicano se sentía inseguro de esas palabras, así que intensificó el agarré sin hacerlo violento, tenía miedo de perder a su compañero y novio -¿estás seguro?-

-claro que si mi luciérnaga, la única razón por la que no regresará tan pronto es por qué algo importante paso-

-si... No creo que pase algo malo, ¿verdad?-

[...]

Los días de primavera son tranquilos, el frío se va y solo queda al cálido calor que a veces puede hartar, esas semanas fueron tan tranquilas como la primavera. La rutina era algo común entre Rusia y México, se levantaban el uno al otro, eso si, dependía de quién se despertaba primero.

A veces incluso Mich amanecía con ellos, o ella los levantaba, era la más cercana a Rusia y la que más convivía con ambos "padres". Cuando Mich no dormía con ellos o no los despertaba, entre ellos lo hacían, si se levantaba primero México, despertaba a su novio cantándole levemente una que otra melodía por unos minutos, ya luego le daba palmaditas en el cachete para despertarlo por completo, si se levantaba primero Rusia, lo despertaba haciéndole "piojito" y ya luego le pedía de favor que se levantará.

Y esas eran sus rutinas de la mañana, hasta ese 22 de abril, porque era el cumpleaños del mexicano, el cumpleaños personal. Habían dos cumpleaños para los representantes, uno oficial y uno personal que pocas personas o representantes sabían entre ellos mismos.

[...]

En el primer piso de la casa mexicana se abría una de las puertas, para ser exactos, la puerta que decía "Mich", la pequeña niña cerró la puerta con cautela y con su enorme peluche de oso empezó a caminar con dirección a las escaleras, luego llegó al segundo piso donde camino al cuarto de sus papás.

Entró con cautela miro que su padre México estaba entre los brazos de su papá Rusia, se subió a la cama y con cuidado llegó hasta con su papá México, lo movió rápidamente para tratar de despertarlo, después de unos segundos lo consiguió -mmm... ¿Qué paso mariposa?, ¿Tuviste una pesadilla? ¿Quieres dormir con nosotros?-

Aunque la oferta fuera tentadora, tenía una misión y tenía que cumplirla, jalo a su padre para sacarlo de la cama, el mexicano estaba más dormido que despierto así que no pudo resistencia, la pequeña Michoacana sacó de su cuarto y lo guío hasta el cuarto próximo, es decir, el cuarto de su hermano mayor.

Al llegar ahí de inmediato Ciu abrió la puerta listo con una sonrisa grande -¿que paso pá?, No te acordaste que hay tianguis, nos tenemos que ir pero ya- México termino de procesar las palabras de su hijo, así despertó de golpe, salió corriendo a su cuarto por un suéter y unos tenis cómodos para irse con Ciu corriendo al carro.

Olvidando así su celular, eso era el objetivo de Mich, hacer que su padre olvidará su celular para que no viera los mensajes de feliz cumpleaños de sus compañeros representantes y se arruinará así la sorpresa.

Y México al estar medio dormido ni siquiera notó la ausencia de su celular.

En cuanto el mexicano y su capital salieron de la casa las niñas empezaron a salir poco a poco, Rusia ya estaba despierto desde hace rato pero evitó despertar a su novio para no echar a perder el plan.

Las niñas empezaron la la elaboración de la comida y repostería, sobretodo el pastel, la comida sería mole rojo que es el favorito de su padre, y como desayuno para ellas sería chilaquiles verdes.

La pequeña Michoacán corrió a los brazos del ruso para que esté la cargará -v-viste, ¡pude hacerlo papá!- Rusia esbozó una sonrisa notando el avance que tenía Mich en el lenguaje, le recordó el como antes así era su capital, su "pequeño Moscú", por qué ahora lo odia, no lo sabía exactamente, solo un día Moscú dejo de decirle papá y dejo de visitarlo tan seguido. Simplemente se alejó.

[...]

La mañana paso rápido y luego llegó la tarde, dónde México y la ciudad llegaron con frutas y verduras del tianguis, también una que otra cosa rara que la capital encontró y compró por impulso.

Las niñas seguían con el plan de no decir nada, ellas hacían lo de siempre, comieron el mole, haciendo muy feliz a México viendo que era su platillo favorito. Pero incluso siendo las tres de la tarde, México ni siquiera se acordaba de que se celebraba ese día.

Después de comer al fin podía descansar un poco en su cuarto. Rusia fue con el, en el camino de ida México le platicó de como peleó con una señora por una sandía que estaba bien bonita a si criterio. También de como el limón estaba subiendo demasiado y que le había traído varias hierbas para que se hiciera té.

Al abrir la puerta de su habitación se percató que su cama estaba recogida y encima había una caja algo grande roja con un moño dorado -¡ah chinga!, ¿y esto милый?...- al darse la vuelta se dió cuenta que su amor tenía en sus manos una rosa roja -feliz cumpleaños luciérnaga-

México no tuvo tiempo de procesar porque de inmediato se escucharon unas trompetas, guitarras y flautas entonando la famosa canción de "las mañanitas", salió rápidamente para ver cómo sus hijas venían saliendo de la sala de música vestidas con sus trajes de charro y la que dirigía era Jalisco, pero quién entonaba era su hijo, ciudad de México.

México mostraba una auténtica sonrisa muy feliz de pasar este cumpleaños de nuevo con sus hijas, incluso ahora con su pareja.

A unos metros de esa escena, el celular de México le llegaban mensajes felicitándolo, entre ellos uno de un viejo amigo suyo =México, feliz cumpleaños y quería saber si podemos hablar la siguiente reunión en privado, quiero disculparme=





















































-🦊🪴

Me metí a la escolta de mi prepa por curiosidad, a ver qué pasa. ╮(^▽^)╭

Tú y yo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora