>Capitulo 55<

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'calidez'

El mes de junio pasaba con más tranquilidad de la que pensó México que habría en esa inmensa hacienda, siendo las cinco de la mañana, otra vez no podía dormir y simplemente optó por tomar un café. Paso una hora sin que el sintiera el pasar de los minutos, principalmente porque se la paso perdido en uno que otro pensamiento que no lo dejaban descansar.

Checo la hora en el reloj de pared que estaba arriba del horno de leña -7:32...- susurro sin energía. Fue entonces cuando optó por salir de ahí, ese lugar solo le traían ciertos recuerdos que prefería dejar atrás, dejo su taza en la mesa, salió del cuarto sin mucho ruido y miro el cielo que se lograba ver por el espacio que dejaba el techo, ya estaba por amanecer.

Se encontraba por bajar los escalones cuando escucho como una de las puertas de las habitaciones del segundo piso se abría, miro con rapidez dándose cuenta que era la pequeña Mich, otra vez había ido a la ex habitación de Rusia para terminar de dormir.

Solo respiro profundamente para empezar a bajar, camino por el largo pasillo para llegar a la sala, estaba por recostarse cuando escucho como en su cámara de la entrada sonaba avisando que alguien estaba allí.

Con cautela miro la cámara por su celular, reconocía esa voz odiosa que hablaba por el vídeo =Mex~ will you open the door for me please?, I forgot the keys [¿me abres la puerta por favor?, Se me olvidaron las llaves]= a veces odiaba ese maldito tono de voz y como entonaba su nombre solo cuando se trataba de molestar.

No iría y al parecer el estadounidense sabía eso así que actuó astuto =no me iré se aquí hasta que me abras, y You know [tu sabes] que yo solo vendría aquí si es de algo importante= eso podría ser verdad, USA odia salir de su casa sin razón aparente, aparte, aunque le costaba admitirlo, ver una cara familiar en medio de toda esa mierda sentimental le hacía sentir un tipo de calidez al ver que realmente le podría importa a alguien.

Así que abrió el cancel con el mismo celular, USA miro a la cámara muy sonriente para subirse de nuevo a ese llamativo carro rojo y pasar a la hacienda.

México no espero mucho para el salir y hablar cara a cara con el gemelo problemático, el norteamericano de piel pálida no tardo en salir con esas gafas descuidadas que usaba de vez en cuando -¡Mex!- exclamó entusiasmado, emoción que el mexicano no compartía en absoluto -¿que chingados haces acá?-

-i miss you too [yo también te extrañé]- iba decidido a darle un abrazo tanto que fue corriendo con el de habla latina, pero no contó con que México se haría un lado y dejara caer directamente al estadounidense a la tierra -auch...- se quejo

-mira gringo que más te conviene tener una buena razón por la que estés aquí o si no sacaré a patadas ese culo pálido que cargas de mi hacienda-

-tan amable como siempre mexican- el de habla inglesa quería seguir molestandolo pero por los ojos inexpresivos de su compañero se dió cuenta que si seguía de verdad le iban a partir el culo -okey okey, well, quiero hablar contigo de algo que... No tengo nada de pruebas pero quiero que me escuches, ¿okey?-

El latinoamericano estaba tentado en dejarlo afuera porque se veía que ese día sería uno lluvioso y nada sería mejor que ver a su vecino que siempre viste ropa de marca empapado y lleno de lodo, sin embargo, eso que le mencionó se le hacía demasiado curioso -entra pues-

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