CAPITULO 12

68 32 19
                                    

Tenía la carta en mis manos, al terminar de leerla un miércoles por la tarde, afuera estaba lloviendo, escuchaba el sonido de la lluvia.

Salí con la carta, el agua caía eran grandes gotas empapando me por completo, me senté en el patio y dejé que la carta se mojara conmigo, la muerte pensé, sonreí aunque después deje de hacerlo, pocos minutos después estaba riendo de nuevo.

Así eran mis emociones demasiado cambiantes, ni yo mismo las comprendía, no me sentía feliz del todo, pero no paraba de reír no sabía si era un simple juego, mientras sentía como el agua caía.

El patio de mi casa no lo vi jamás, me senté en el centro estaba algo seco aunque las flores de alrededor seguían con ese color, el olor humedad y un árbol de parte de la casa de alado, las hojas se caían de dejando que pasarán a mi puerta, sonreí al ver cómo caía una encima de mí.

Me di cuenta que pasaba mi tiempo observando lo demás y no lo que debí ver al principio mi propia casa.

Las hojas eran pequeñas y secas ese sonido crujiente al destruirla en la palma de mi mano, entonces el sonido se desvaneció, no escuchaba lo que me atemoriza el sonido se fue por un largo tiempo yo solo me quedé ahí mientras intentaba que regresara.

El sonido de la nada, era lo único que sentía como lo diferencia simplemente no es nada no hay nada solo veía, la puerta de mi casa estaba abierta, mis vecinos me observaban algo que no me importaba, la puerta trasera de mi casa era más grande que la delantera.

Me levanté y comencé a aver a mi alrededor tenía miedo y lo estaba perdiendo no escuchaba y estaba histérico he intranquilo.

Cálmate me gustaba estar afuera me dije una vez, entre a mi casa era como algo inexplicable cerré puerta y me quedé parado frente a esta, después de un rato viendo dentro de mi casa vi todo a mi alrededor.

Adentro todo se veía oscuro sabía que me observaban tenía la figura de un hombre, aunque no sabía que era exactamente solo sabía que me perseguía por lo que decidí encender las luces, tenía los pies cubiertos de lodo por lo que deje mancha, caminaba empapado mientras sentía el frío por todo mi cuerpo, cerré la puerta y el sonido regreso, la lluvia, las hojas y el viento.

Los gritos, la intérprete, la frustración, cada parte de mi se detenía poco a poco.

La carta se perdió entre el agua y el lodo, respire profundo al sentir de nuevo el sonido, al escucharlo, al percatarme del mundo real, no era normal pronto iría al médico tal vez.

El agua cayendo dejando ondas en los charcos, ese sonido era bonito podía sentirlo, el olor a café y una buena ducha, fue lo que hice, sonreí al espejo mientras me vestía.

Hice una maleta poca ropa solo serían unos días todo estaría bien, mañana sería un día especial, ahora tenía algo por lo que tenía que pensar a pesar de la carta.

-Hola mamá- dije al teléfono, lo más increíble es como esa persona reacciona.

-hola mi amor esperaba antes tu llamada, todo está bien- su voz era dulce la escuchaba mucha veces, pero la voz de una persona importante te hace sonreír.

-Si mamá estoy bien tengo buenas noticias, mañana comenzaré de nuevo se encuentra papá- contesté solo se escuchó la emoción y como comenzó a gritarle a papá.

-Que sucede- dijo el ante el teléfono con la voz ronca y aguda, al igual que algo de tos, tal vez se encontraba en cama.

-recuerdas la comida que preparábamos juntos- el solo rió y no me dejó terminar, comenzó a toser un poco, y su que solo lo escuchaba podía imaginarlo.

COSAS INSIGNIFICANTESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora