UN OBJETO

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-¿Ben?,...Ben- voltee a Elisabeth, respire profundo.

-¿Que sucede?- ella me miró sin entender

-siempre pides venir aquí y es como...- hizo una pausa

-Perderme- respondí viendo el cementerio ella era la única que me acompañaba.

Sentía paz, algo que perdí hace tiempo me sentía bien en ese lugar, veía lo que fueron de las pocas personas que un día me hablaron.

-¿Con quién hablas? - pregunté a Elisabeth pues solo veía una tumba

-recuerdas el hombre que se despidió de ti en el hospital - vi la tumba, sonreí.

-bueno al menos se despidió de alguien - dije para seguir caminando hacia la salida.

-Es necesario despedirte- dijo Elisabeth

-no lo sé se, creo que las personas los parientes se sienten mejor así - ella sonrió

-a mi me faltó despedirme de mucha gente- la vi de reojo.

-¿De quien te querías despedir?- ella me vio y después simplemente siguió caminando, sus manos en su espala y veía todo como si fuera la primera vez que lo hacia el brillo en sus ojos.

Era como una niña o mejor dicho una mujer soñadora cansada por un duro trabajo, respiro profundo y corrió a una fuente cerca, se sentó en la orilla.

ya había estado en este parque era bonito, me sentía bien y era algo que había olvidado, levante la cabeza el sol, el viento y las ligeras gotas de agua que venían de la fuente hasta escuchar su risa.

-Elizabeth-

-no me despedí de lo que era, por que no sabia quien era, quería ver todo de nuevo gracias por dejarme acompañarte debemos de estar en el hospital de nuevo y para siempre- abrí los ojos y la vi ahí seguía sentada.

su cabello se lo llevaba el viento como cubría la mitad de su rostro, era chaparrita, su vestido azul y unas botas amarillas, su bolso del mismo color, no era una sita lo que teníamos simplemente una salida, fui al restaurante ella solo me seguía.

-hermano - dijo Arturo al verme, lo salude la verdad extrañaba la cocina

-oye Ben puedes llevarte a tu amiga se esta robando el queso- dijo Damian, vi hacia Elisabeth, me recordó a mi de pequeño cuando mamá me decía le ayudara a deshebrar el queso, sacaba dos y comía uno me reí y finalmente.

Sonrió y siguió caminando para después perderla.

UNOS CUANTOS OLVIDOS DESPUÉS

Me olvide de los días y meses, pero recordé emociones y felicidades.

No tengo palabras para explicar estos meses Patrick me a dado a entender que el tiempo no importa ante sus ojos, y mi enfermedad, la suya también seguían creciendo y lo que le hacia falta a el me sobraba a mi.

No obstante mi felicidad fue aumentando cada vez más y lo que encontraba en las personas a mi alrededor me asían olvidarme de lo demás.

-¿Que escribes?- dijo Patrick era un día hermoso para ser realista, mire alrededor eran las 10:00 am, y las aves cantaban en la punta de los arboles.

estábamos detrás del hospital, el olor a humedad y lo demás no cesaron, respire profundo.

-una carta- el me vio pensando

-ya tienes muchas- sonreí

-si pero estas son para que yo las entregue a alguien importante y estas me las entregaron a mi- el se sentó en el pasto húmedo

COSAS INSIGNIFICANTESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora