15 DE OCTUBRE

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Era el 22 de diciembre en realidad, respire profundo, mientras subía el árbol junto a Patrick podía verme de pequeño, el viento todo casa parte de mi sé sentía bien, la luz del solo sonreía y finalmente las rosas pararon y estába en la punta de un árbol disfrutando de una bella vista.

Sin dolor solo el sonido ligero de la nada, cerré los ojos y lo escuché.

-tengo miedo ya me quiero bajar- dijo asustado.

-shhhh- hice mientras escuchaba a las aves.

-escucharlo y bajamos juntos con cuidado- dije no volví a llamarlo hijo pero si amigo.

México 1910

15 de octubre

La mañana soleada para despertar temprano, tu madre ya despierta cociendo un poco, con un esquisto olor a chocolate caliente y el sonido de las aves cantando los escuchas por la ventana.

En la mesa un poco de tortillas recién echas y calientitas , con un plató de frijoles de la hoya te pide que te vistas una falda y unas botas algo rotas tu padre sienta primero, tu madre le sirve después tu hermano al final tú y si alcanza mamá también.

No hablamos solo comemos, aunque entre rías y juegos pronto termina, una vez que se levantan de la mesa papá y hermano se van a trabajar largas jornadas en el huerto cerca de la cienda guiados por un hombre mayor con dinero, sudan ante el sol radiante mientras mamá cepilla mi cabello y me hace un par de trenzas pues es fácil trabajar.

Al salir recibes una pequeña bendición y una sonrisa, corres por el lugar caminos largos de terraza o de piedra solo para llegar a una gran casa.

Limpiar, cuidar, lavar, cocinar y barrer y ver cómo aprenden a leer y escribir he intentar hacerlo, solo escuchar ves la montaña es grande llena de árboles, animales, papá limpia su sudor para dejar las herramientas picos o palas.

Con un mal pago pero aún así siempre sonríe, y sobre todo el más hermoso atardecer, iluminado con todos los colores, una vez que terminas los labores, acompañas a tu padre por el camino recibes un mal sueldo, te sientas a la mesa con una charola de 4 piensas de pan recién hechas un atole de chocolate sonríes a todos.

Papá bebé un poco, y a pesar de algunas cosas escuchas el sonido de una guitarra afuera de tu abuelo afuera de casa toca una melodía que se pierde junto a las brisas del fuego.

Una humilde morada ante los ojos de una familia, solo para degustar de la vista ante la luna una sonrisa y terminar el día

Atte. El pasado
Te quiere tu Nieto.


-¿Quién lo envío?- dijo Patrick bajando de un árbol se parecía tanto a mi.

-Mi hermana aunque yo lo escribí la escribí para mí abuela recuerdo cómo dejaba siempre unas botas viejas al entrar a casa- eras mi letra la del sobre era de ella claro que ella lo envío siempre fue ella y seguro seguiría con su juego no se por que.

-¿Cómo es tú hermana?- reí un poco

-ella es como mi segunda mamá ya se que el título lo han ganado muchas personas pero ella lo gana por qué me cuidó fue la que estuvo ahí todo el tiempo, y aunque peleamos tiene el carácter de papá, la sabiduría de mamá y la sonrisa más fea del mundo, es mala y enojona- dije entre risas.

COSAS INSIGNIFICANTESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora