QUERIDO BEN
Gracias por estar conmigo a pesar de ser una vieja anciana, gracias por no ver eso como lo único que poseo te cuide por mucho tiempo y tú también lo hiciste, pero solo recuerda mi historia.
Más haya del cielo, más haya de lo que se puede ver entre galaxias y planetas las estrellas vivían y resplandecían cada noche para iluminar el mundo.
Las estrellas no solo tenían vida también tenían sentimientos, sueños y muerte, jugaban y se volvían más grandes, pero ante todo esto se comparaban por una sola cosa a los humanos ellas no tenían nombre por qué ya sabían quienes eran.
Una de ellas la más grande y brillante de todas ellas se destruyó la explosión más grande y brillante de todas, ella se destruyó fue tan impactante no solo por el polvo y los pedazos de ella, aunque una parte de ella se quedó.
Su corazón tan brillante que iluminaba todo el lugar, y tan hermoso que aria estallar a cualquiera, esa misma noche un lindo ser abrió los ojos por primera vez, así como una estrella muere otra nace, con una luz más brillante y un corazón más fuerte.
-eso es verdad- dijo una pequeña voz en la puerta entre la oscuridad de la noche con esos pequeños ojos brillantes.
-¿Patrick?- dije logrando que se acercara, caminaba algo lento tenía una piyama naranja y unas pantuflas color azul, se acomodo enfrente de mi, me dio una sonrisa.
-es muy oscuro aquí ¿No tienes miedo?- pregunto mientras veía la habitación, se recostó en mi cama encima de mis pies viendo el techo, me molestaba un poco pero no dije nada.
-solo a veces tengo miedo- respondí.
-tengo una lámpara- la saco deslumbrando me con ella.
-oye- dije entre risas.
-Podrías- tome la lámpara he ilumine el techo.
-las enfermeras dicen que eres guapo- dijo Patrick riendo.
-Yo guapo- respondí haciendo caras graciosas.
-soy horrible- lo tomé de los pies provocando le cosquillas, el se reía poco, pero ahora lo hizo, comenzó a toser, lo deje tal vez tenía sueño.
-¿Que más dijeron las enfermeras?- pregunté mientras nos calmamos
Se acercó a mi oreja y me dijo buenos chismes, sonreír después de escucharlo.
-no te da miedo ir por los pasillos- dije viendo a la puerta había luz, pero aún así algo no me gusta del lugar.
- Mamá dice que puedo temer de muchas cosas, pero siempre tendré que enfrentarme a ellas- respire profundo, después de escucharlo.
-mi mamá decía algo similar- respondí, el sonrió aunque después comenzó a toser cada vez más fuerte no dejaba de hacerlo algo que me comenzó a preocupar, intentaba ayudar al punto de ponerse rojo y dejar de respirar.
-estoy bien- dijo con los ojos nublados y los labios morados.
-no lo estás- toque su pecho, tome la lámpara y llame a la enfermera, no contestaban el lloraba y su respiración disminuía, quité mi catéter de mi brazo era fácil o al menos eso creí lo levante, salí de mi habitación, el mundo iba en contra mía, Patrick no pesaba mucho aunque, me movía de la izquierda a la derecha como en un barco en alta mar.
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COSAS INSIGNIFICANTES
RandomBen es un chico, que busca un cambio a su vida, consiguiendo una gran historia, en sus manos buscando y comprendiendo aquello que dejó de ver. Y al mismo tiempo entender que vivía en un colapso que acaba contigo, como un pequeño punto tan pequeño he...