Capitulo dedicado, para todos aquellos que no creyeron volver a ser felices, un día las cosas pueden cambiar si no lo proponemos.
Aún no sabemos que cara poner cuando cumplimos años, sin embargo los niños sonríen nosotros por qué no hacer lo mismo.
No dormía por las noches y tenia constantes pesadillas, lo aria feliz el me recordaba a mi no quería que terminara como yo.
Respire profundo, salí de mi habitación con una gorra y un par de lentes negros giraba poco a poco y movía la rueda de la silla, llegue a la cafetería del hospital estaba listo, termine frente a Patrick, su comida estaba fría y solo jugaba con ella.
-lo he visto por las noches - dijo al verme, Estela se sentaba lejos de nosotros aunque nos vigilaba, hablaba con el doctor era bueno o tal vez no solo esperaba noticias que nunca escucharía.
-¿a quien?- respondí viendo al frente
-por que no te quitas la gorra - dijo por fin comiendo un poco
-estoy buscando a alguien- respondí bajando un par de gafas negras
-lo has visto- el continuo con el juego este tipo de películas, éramos un par de detectives en cubiertos nos gustaban a ambos, le pase un dibujo por debajo de la mesa él mismo lo hizo sabia quien lo visitaba por las noches era un monstruo, con grandes garras ojos negros y dientes grandes lo perseguía como a mi, miro el dibujo.
-lo he visto deambular por aquí- respondió susurrando mientras veía alrededor, pues podía estar en cualquier lugar, me acerque a el.
-lo voy a capturar- me aleje lentamente, el no dijo nada me quite la gorra y mostré mi cabello y cejas pintadas de colores, el comenzó a reír el dibujo cayo y lo rompí.
-era una bonita peluca arcoíris- dijo
-puedes probar la pelosarcoíris - dije sonriendo también
Elisabeth llego con un pastel pequeño
-¡feliz cumpleaños!- grite sonriendo no paraba de reír pues movía mis cejas de un lado a otro, Patrick ponía sus manos en la boca para evitar que lo vieran.
-feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños a ti, tienes que soplar a la vela - dijo Elisabeth dándole un beso en la mejilla.
Después de un rato llego Spiderman Elizabeth ni yo teníamos idea solo reímos a lo feliz que se puso, comenzamos a jugar por el lugar, yo era el villano de cada juego solo reía.
-lo siento tengo que atender a alguien, pero ya eres un niño grande- el sonrió con sus mejillas rojas, se dirigió hacia a mi.
-adiós colores- dijo moviendo la peluca Patrick se rió
-no es lo que piensas- respondí
-yo no dije nada- tomo una rebana de pastel y comenzó a comer ambos cominos pastel, el reía con la boca cubierta de chocolate.
-bueno - dijo una voz de mujer aguda detrás de mi sonreí
-Spaiderman y ahora que aremos- Patrick me vio aún más emocionado, minutos después me encontraba a lado de un niño vestido de súper héroe a una chica llamada Martha vestida de Spiderman y yo con una caja de cartón y alas para Patrick era un Transformers.
-Yo tengo una amiga- dijo mientras, el caminaba por el pasillo después de celebrar su cumpleaños.
- a si y es bonita- respondí colocándolo en mis piernas, para ir colina abajo este día el solo tenía que divertirse.
-¡Ahh!- gritábamos mientras bajamos el hacía muchas preguntas y al final terminaba olvidando las
-¿Crees que te saquen del hospital?,¿Cuándo morirás?,¿Volverás a caminar?,¿Cómo es tú mamá?.. la mía da miedo, ¿Tu mamá era fea?,¿Has visto a mi amiga?- lo vi y le di el helado que pidió yo de chocolate y el de fresa, era nuestro día libre lejos de los sonidos y olores a medicamento.
-Mi mamá también da miedo- dije entre risas
-¿Dónde está?- seguía preguntando me quedé callado para pensar esa respuesta
-con mi padre en una vieja casa con puertas que rechinan y ventanas pequeñas, 2 gatos y un perro un par de goteras y un sótano que da miedo - lo recordaba todo el me miró
-¿Por qué?- dijo comiendo su helado
-por que así es como lo recuerdo, madre tenía un gran jardín, lo cuidaba más que a mí una vez que Vanessa llegó lo comprendí-
-¿Por qué?- podía escuchar los pájaros en los árboles mientras la luz del sol pasaba por las pocas hojas de los árboles.
-por que una flor lleva tiempo, tu sabías que hay trolls y hadas que las cuidan- sonreí al ver cómo comenzó a ver a su alrededor flores y plantas
-¿Cómo son?- dijo viendo a su alrededor
-los trolls son de diferentes tipos como los duendes pequeños como un piedra así se esconden se envuelven y para que no los encuentres se convierten en pequeñas rocas, viven entré las hojas y juegan entré las flores.
-y las hadas- se metía entre el asfalto y pasto aún no cortado de un viejo baldío
-¡Hey!- lo llamé una vez que salió de ahí
-las hadas son diferentes, estás tienen alas y la mayoría del tiempo se esconden entré las flores, son de diferentes colores y tamaños y cada uno es buena para una cosa.
Por alguna razón ayudé a buscar a un troll buscamos en las flores de los lugares públicos, en el jardín del hospital, hasta que Patrick encontró un puerquito de tierra este se hizo bolita una vez que el lo tomo era demasiado pequeño, no se asustó.
Lo vi y corrió hacia mí emocionado
-lo encontré- dijo mientras veía como el pequeño animal caminaba por su mano le daban cosquillas y su cara lo decía todo.
Ya era un poco tarde hacía que decidimos irnos
-oye no puedo salir- dije mientras una larga rama se atoro en mis ruedas, el intento ayudar sus manos tenían un color verde por las hojas lo cual le emociono más.
-necesitamos limpiarnos-
-no me quiero ir- dijo enojado y haciendo un capricho
-Por que no, ya es tarde necesitamos descansar después de este día
-solo un poco- dijo viendo todo el lugar
Está vamos detrás del hospital solo me quedé ahí hasta que dieran las 7:30 y oscureciera un poco las luces de afuera, iluminaban un poco el lugar.
-lo escuchas- dijo mientras tapaba mi boca para que no dijera nada
-los sonidos de la noche- repitió sorprendido y emocionado y al mismo tiempo susurraba
Eran los grillos entre las flores ese sonido y también más animales todo eso junto creando una bonita sinfonía que a Patrick le gustaba, por qué no lo sé simplemente le gustaba veía a su alrededor con los ojos iluminados, esperando entender de dónde venía cada sonido y eso me alegraba.
La curiosidad en sus ojos me mataba y al ver el cielo estrellado, su vista se iluminaba en muchos colores oscuros y brillantes.
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COSAS INSIGNIFICANTES
RandomBen es un chico, que busca un cambio a su vida, consiguiendo una gran historia, en sus manos buscando y comprendiendo aquello que dejó de ver. Y al mismo tiempo entender que vivía en un colapso que acaba contigo, como un pequeño punto tan pequeño he...