capítulo 5: confundido.

2.8K 330 190
                                    

Oliver

Apolo está muy mal, creo que bebió de más, su cabeza cayó contra mi pierna, dejé que durmiera un poco antes de llegar a mi casa. El taxista nos miraba mucho, era obvio que sabía que Apolo estaba borracho pero no dijo nada, solo siguió conduciendo hacia la dirección que le dije. Para nuestra suerte, mi casa no quedaba muy lejos del boliche.

Al llegar, intenté levantar a Apolo para que se quedara parado, estaba buscando el dinero para darle al taxista cuando Apolo cayó contra el césped del patio principal antes de entrar a casa.

Me reí un poco.

Lo levanté del piso para que podamos entrar pero no dejaba de reírse fuerte, cuando intento taparle la boca, ambos quedamos muy cerca el uno con el otro, su respiración chocaba contra mi nariz y mi cuerpo de tensó, al igual que el de Apolo que no paraba de mirarme la boca.

—Necesito que hagas silencio.

—No sé preparar silencio, para que busco la receta en Google. Dice haciéndome largar una risa.

Abro la puerta y estaba todo apagado, mi tía suele quedarse despierta esperándome cada vez que salgo pero hoy para mi suerte, se fue a dormir antes. Apolo no hacía ningún esfuerzo por caminar, era yo quien intentaba mover semejante adolescente por las escaleras.

—Apolo, ayúdame o te dejo acá tirado. Digo un poco enojado y deja de reírse para ponerse serio.

—No me retes, ya entendí.  Dice y empieza a subir los escalones hasta llegar arriba.

Quise llevarlo a la habitación de huéspedes pero se fue directamente a la mía, en menos de 10 segundos, su cuerpo estaba acostado sobre mi cama, con las zapatillas puestas manchó un poco las sábanas y me quejé pero en silencio.

—¿Estás bien Apolo?. Pregunto para saber si sigue despierto.

—Un chico me besó. Dice, otra vez.

—No sabía que te gustaban los chicos. Digo aún sorprendido.

Se sienta en la cama y me míra.

—Es ese el problema, no me gustan los chicos. Dice agarrándose la cabeza.

Yo sin entender un poco, sigo la conversación.

—Ese chico, ¿te obligó a besarlo?. Pregunto.

El niega con la cabeza y responde — Estábamos hablando y me besó, pero después lo besé yo y no sé porque hice eso.

—Quizás es por el alcohol, yo he besado muchos heterosexuales.

—El problema es que me gustó.dice antes de volverse a dormir.

Apolo

Mi cabeza parece una orquesta, cualquier sonido que escucho, me suena cinco veces peor, la luz del sol me molesta y aún no me puedo parar sin marearme. Oliver estaba haciendo el desayuno cuando su tía baja para el comedor.

—Buen día Oliver...

La miro a los ojos y me paro rápido.

—Hola señora, no es mi intención molestar. Digo como si la mujer me hubiera echado de su casa.

—Tranquilo, no es la primera vez que Oliver trae alguno de sus chicos a casa.

Enseguida me ahogo con el café que Oliver me había servido y parece que ella nota eso.

—¿No sos uno de los chicos...

—No tía, el es Apolo, un Amigo de la escuela con el que salí ayer junto a Julia.

—Discúlpame, es la costumbre. Dice su tía, yo solo trago grueso y vuelvo a tomar café.

Cuando su tía se aleja del comedor, Oliver habla.

—¿Te acordas de algo?. Pregunta

Obviamente me acuerdo de todo, pero no quería acordarme.

—Algo,¿puede quedar entre nosotros?.

Oliver asiente y se sienta en la silla a desayunar conmigo. Había preparado unas tostadas y sacó un queso para untar de la heladera, su tía solo se sirvió café en un vaso térmico y se fue a su habitación.

Por un rato no dijimos nada, pareciera que fue por estar comiendo pero hace unos minutos terminamos de desayunar, a mi todavía me dolía la cabeza y Oliver me ofreció una pastilla para tomar.

—Gracias. Le digo y tomo la misma.

Después de eso, mi teléfono empezó a sonar, era mi padre, supuse que me llamaría, desde ayer no saben nada de mi y deben estar preocupados.

—Hola pa, estoy en la casa de Oliver, el vecino de Julia.

—La próxima vez avísame. Dice mi padre un poco indignado.

—Lo sé, pero si te llamaba anoche, hubiera dicho cualquier cosa.

—Me imagino, con tu madre nos vamos a lo de la abuela, volvemos tarde, quizás nos quedemos a dormir.

—Bueno, fiesta en casa. Digo en broma.

—Invita a tus amigos pero una reunión solamente.

—Okey, gracias pa. Digo y corto la llamada.

Ya un poco mejor, Oliver y yo nos sentamos a ver una película, el había preparado pochoclos para comer y algunos chocolates, tenía una tele grande y dos sillones parecidos a los del cine, era cómodo pero el que no estaba así, era yo.

No dejaba de mirarlo, después de lo de anoche, me da vergüenza que sepa lo del chico, quizás al el le parece normal, yo tengo un cagazo terrible.

—Oliver...

—Si?. Dice pausanso la película.

—Crees que haya una cierta posibilidad de que yo...

Hago una pausa.

—Vos... dice el intentando adivinar que quiero decir.

—Hay posibilidad de que yo sea, bisexual? Decir eso me causó una confusión terrible.

El me mira, pensé que no diría nada pero después de unos segundos, habló.

—Yo no te puedo asegurar eso, tenes que averiguarlo por tu cuenta. Dice mirándome.

—¿Me podes ayudar? Digo y me paro del sillón.

El me mira y siente que se tiene que parar también.

—¿Cómo te puedo ayudar? Dice.

Yo tomo una valentía y un impulso que no sabía que tenía y pongo mis labios sobre los de Oliver.
El se queda parado y yo me despego rápido.

—No, discúlpame, en serio perdón. Digo poniéndome cincuenta veces más nervioso que antes.

El me mira primero a los ojos y después la boca.

—No pidas perdón, sácate las dudas que quieras. Dice sonriendo.

Yo sin dudarlo, me acerco de nuevo a el y lo beso, esta vez el me responde este mismo, caímos sobre el sillón sin despegar los labios, su lengua se encontraba con la mía, el me muerde el labio inferior y yo suelto un gemido, se despega de mi por un segundo y toma mi mano para llevarme a su habitación.

Entramos y me tiró sobre la cama para subirse arriba mío, nuestros labios se volvieron a encontrar y mis manos rodeaban su cintura, estuvimos basándonos toda la tarde, sentí que quería hacer esto hace mucho tiempo, este beso me termina de confirmar de que Oliver me gusta, me gusta mucho.

Mierda, me gusta un chico.

Apolo y OliverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora