Capítulo 37:Tocan a alguien, tocan a todos.

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Oliver quería entrar, quería saltar la reja y golpear al hombre que había atacado a Julia. Estábamos todos muy furiosos, mientras yo intentaba calmar a Julia, mis padres trataban que Oliver no hiciera algo que pueda perjudicarlo en alguna denuncia por violencia.

—Te metes con mi amiga, salí y metete conmigo. Gritó Oliver mientras seguía intentando entrar a la casa.

El hombre avanzó hasta la mitad del patio, su mirada demostraba que sabía de lo que Oliver decía, seguramente diría que el no hizo nada.

—Decile a tu amiguita, que la próxima vez no se ponga esa pollera corta. Dijo el hombre mirando a Julia.

—Entonces admitis que la atacaste?.

—Yo no diría un ataque, más bien le hice un favor, cualquier hombre se sentiría provocado por ella. Contesto el hombre con una risa.

Oliver logró abrir la reja y se tiró encima del hombre, ambos cayeron al piso y Oliver empezó a pegarle piñas en la cara, mi padre intentó frenarlo pero no podía, estaba muy furioso, en los puños tenía sangre y sus nudillos estaban lastimados, mi padre logró que Oliver soltara al hombre y lo sacó de la casa.

—Ahora me encargo yo. Dijo mi padre y sacó el teléfono.

Marcó a la policía y le ordenó al hombre que no intentara escapar. Me acerqué a Oliver y agarré sus manos lastimadas por los golpes. Agarré del brazo a Julia y los tres fuimos a mi casa, tomé unas vendas del cajón y las envolvi en sus manos.

—Estás bien?. Le pregunté.

—No sé porqué no me dejaron matarlo, se merecía muchos más. Respondió el.

—Si pero de eso, se va a encargar la policía, ahora Julia necesita que estemos calmados y con ella. Le dije mientras nos sentábamos a su lado.

—Oliver, gracias por lo que hiciste. Dijo Julia con una sonrisa.

—No agradezcas Julia, nadie merece pasar por esa mierda, ni de grandes y mucho menos de chicos. Respondió Oliver y su voz parecía cortarse.

—Ey, Oli, Estas bien?. Le pregunté.

—Em, si, ahora no importo yo, lo importante es que Julia esté bien. Respondio el.

—Importas, Oliver, si querés decir algo, acá estamos Apolo y yo. Contestó Julia.

La angustia en Oliver se empezó a notar, Su respiración era cortada y lágrimas empezaron a caer sobre su cara. Agarré su mano para intentar calmarlo y el respiró profundo.

—Con todo esto que pasó, muchos recuerdos volvieron a mi mente, cosas que creí haber borrado o bloqueado en mis recuerdos, todo esto hizo que vuelva a una situación horrible. Empezó a contar el.

—Oliver, qué fue lo que pasó?. Pregunté muy preocupado.

—Cuando tenía doce años, mi madre quiso pintar toda la casa, remodelar y contrató a un hombre para que hiciera el trabajo y pintara la casa, esto fue en verano y yo la pasaba en la pileta, un día cuando salí de ella, subí a mi habitación y este hombre se encontraba pintando el pasillo, yo tenía un traje de baño rojo, el hombre me preguntó por cómo estaba el agua y después se acercó a mi, puso su mano en mi cuello y bajó a mi pantalón, hizo la seña para que hiciera silencio y puso sus manos en mi parte trasera y tomó mi mano y la puso sobre su bulto, yo no sabía lo que era en ese momento, sabía que no era algo que estaba bien pero no dije nada y este hombre siempre que había oportunidad, me tocaba.

Una lágrima cayó de mi ojo izquierdo, estaba temblando y no sabía que decir, Oliver siguió contando mientras no podía evitar llorar.

—Por años pensé que era mi culpa, que yo había hecho que el hiciera eso de alguna forma, nunca pude decirle nada a mi madre, por vergüenza, pero ahora sé que nunca fue mi culpa.

—No, no fue tu culpa, ninguna Víctima tiene la culpa de lo que le hacen. Dijo Julia y abrazó a Oliver.

Yo estaba quieto, no sabía como reaccionar, no sabía que decir, me acerqué a el con muchas lágrimas y lo abracé con mucha fuerza, Oliver largó todo su llanto que venia conteniendo hace tanto tiempo, decirlo por primera vez desde que pasó, todos los recuerdos, la situación que vivió, lo que le sucedió a Julia, descargó todo golpeando a ese hombre.

—Sé donde vive. Dijo Oliver un poco más calmado.

—Querés hacer la denuncia?. Preguntó Julia.

—Primero tengo que decirle a mi madre. Contestó el.

—Tomate tu tiempo, cuando estés listo de hacerlo, te vamos a acompañar.

Continué abrazando a mi Oli, Julia se fue con sus padres para poder hacer la denuncia y los míos volvieron a casa. Notaron que estaba muy pegado a Oliver, más de lo normal pero no les pareció raro. Mi madre invitó a Oliver a cenar y el aceptó, sus manos seguían hinchadas y le cambié las vendas para poder lavar las otras.

—Recién llamó la madre de Julia, en la comisaría aparecieron tres chicas más denunciando al hombre de la esquina, parece que durante semanas las estuvo acosando al igual que a Julia. Contó mi padre mientras se sentaba en la mesa.

—Es un hijo de... y no pude terminar la frase, mis padres no quieren que insulte en la mesa y me lo hicieron saber al levantar ambos la ceja.

—Si tu padre no me hubiera frenado, lo hubiera matado a golpes. Dijo Oliver.

—La policía te hubiera llevado a vos también. Contesté mientras comía la carne.—Estás mejor?. Le pregunté.

—Si, lo estoy. Contestó el con una sonrisa.

—Pasó algo?. Preguntó mi padre.

Yo miré a Oliver y el me devolvió la mirada.

—Es por sus manos, le preguntaba si estaba mejor del dolor. Respondí mintiendo.

Terminamos de comer y con Oliver subimos a mi habitación, nos quitamos las zapatillas y nos acostamos en la cama. El apoyó su cabeza en mi hombro y yo pasé mi brazo por atrás de su cuello.

—Quiero que sepas que estoy para vos, una vez dijiste que no dejarías que nadie se atreviera a hacerme daño, ahora lo digo yo, antes de que se atrevan a tocarte, voy a estar yo adelante para impedir que te hagan daño, sos lo más hermoso que tengo, no quiero que te pase nada.

—Estando con vos, sé que tengo seguridad, ninguno de los dos va a permitir que uno salga lastimado, yo por el amor de mi vida, mato. Respondió el.

—Te amo,Oliver.

—Te amo, Apolo.

Sin darnos cuenta, nos habíamos dormido, el en mi pecho y abrazado a mi, siento que tengo que protegerlo, debo protegerlo y voy a protegerlo siempre de todos y todo.

Apolo y OliverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora