capítulo 32: el viaje a EEUU parte 2

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Faltaban cinco cuadras para llegar a la avenida y mis piernas ya no respondían, mi respiración estaba entrecortada y mi sed pedía agua. Oliver se quejaba en voz baja mientras tomaba de su botella y recuperaba la respiración.

-Vamos a llegar el dia del arquero. Se quejaba oli.

-faltan tres cuadras, no exageres. Le contesté mientras tomaba un sorbo de agua.

Llegamos a la avenida, pasaban cualquier tipo de transporte, menos los taxis, pesamos en ir en colectivo pero ninguno pasaba por la feria del libro. Después de esperar por diez minutos, un auto rojo frenó al lado nuestro y el conductor bajó la ventanilla del asiento del acompañante, tenía unos anteojos negros y estaba sin remera, su tatuaje me hizo reconocerlo fácilmente.

-Christian. Dijo Oliver suspirando.

-Este es el último lugar en donde pensé que los iba a encontrar. Dijo el poniéndose los lentes sobre la cabeza.

-Se te ofrece algo?. Pregunté.

—A donde Irán?. Preguntó el.

—A la feria del libro. Respondió Oliver.

El levantó una ceja y después dijo:

—Quieren que los lleve?. Sugirió el.

—No, gracias, esperamos tomar un taxi. Dijo Oliver mirando a la calle.

—Lamento decirles que por acá casi ni pasan los taxis, y si lo hacen, es cada hora y media. Contestó el.

—Si no pedis nada a cambio, aceptamos. Dije advirtiendo alguna de sus intenciones que podría llegar a tener.

—Aceptamos?. Dijo Oliver confundido.

—Olvidemos lo que pasó en Argentina, ya estoy interesado en alguien más. Dijo el abriendo la puerta.

Yo me senté en el asiento del acompañante y Oliver atrás. Por un rato hubo un silencio incómodo pero después noté que Christian tenía un nuevo tatuaje en su brazo musculoso.

—Que significa?. Dije señalando dicho tatuaje.

—Somos mi abuela y yo. Explico el, su tatuaje era de un perro grande y un cachorro, ambos dálmatas.

—Siempre demostraste cuánto amas a tu abuela, es tierno que te hayas hecho un tatuaje de ella. Dije con una sonrisa.

—Ella está muy mayor, no sé cuanto tiempo la voy a tener conmigo, por eso quiero que venda la casa en Argentina, y Venga a vivir conmigo acá en Estados Unidos.

—Qué pasó con España? No vivías ahí?. Preguntó Oliver desde atrás.

—Si, España no es para mi, por eso me mudé a Los Ángeles. Contestó el mientras conducía.

—Christian, con respecto a lo qué pasó en Argentina, no quiero que quede rencor entre nosotros. Dije arrepentido.

—Apolo, no hay rencores, no te preocupes. Dijo el.

Nos miramos por unos segundos y Oliver quitó el silencio que había.

—Bueno, todo muy tierno pero podrías acelerar?. Vamos a llegar en año nuevo.

—Como tu digas, Morris. Contestó Christian y el auto empezó a andar más rápido. —Por cierto, perdón por el pelotazo jugando al Vóley, no fue mi intención.

Oliver solo le tiró una sonrisa y se puso a leer su libro.

Una vez que llegamos, bajamos del auto de Christian y le dimos las gracias, cerró las puertas y desapareció en su auto rojo por la avenida.  Pude notar que Oliver estaba muy serio, siento que le molestó un poco que Christian nos haya traído hasta acá.

—Pasa algo?. Pregunté.

—Es millonario y no tiene remeras?. Preguntó irónicamente.

—Hace calor Oliver, es eso. Contesté.

—Tiene músculos y su abdomen está muy marcado, todos los sabemos, creído y no es el primer chico que se hace un tatuaje de su abuela o de alguien que quiere.

—Oliver, estás celoso porque vi su tatuaje?. Pregunté riéndome un poco.

—Celoso? No, y no es por eso, vi como te miraba, sigue enamorado de vos. Contestó el con los brazos cruzados.

—Y por qué te preocupas?. Si yo estoy enamorado de vos. Dije agarrando su mano.

—Lo sé, no sé que me pasa, nunca soy inseguro. Respondió el resoplando.

—No tenes que tener inseguridad conmigo, a mi solo me gusta mi Oli. Dije con una sonrisa.

El se acercó a mi y besó mis labios en un beso corto pero intenso. Tomé su mano y entramos a la feria del libro. Había demasiadas personas con libros en sus manos, otros comprando y sacándose fotos. Reconocí muchos escritores famosos, estaba John green, alice keller, Ariana Godoy, alex mirez, y en medio de todos, la vi a ella, estaba sentada y atrás suyo había un cartel gigante con su nombre y el de Shadowhunters. Mis piernas empezaron a temblar y me sudaban las manos.

—Es ella, está ahí. Dije apretando la mano fuerte de Oliver.

—Me vas a romper la mano. Dijo quejándose un poco.

—Lo siento, es la emoción.

Hicimos la larga fila que había en su mesa hasta que vi que solo un libro firmaba. Agarré los tres de los Orígenes y me decidí por darle "Principe Mecánico ". Llegué adelante de ella y con una sonrisa dijo "Hi", yo le respondí igual y le entregué el libro. Notó que el libro era en español y Preguntó de que país era.

—Argentina. Dije demasiado nervioso.

Ella señaló al camarógrafo para que nos tomara una foto y ambos agarramos el libro por los costados. La saludé con mi mano y salí de la fila. Me acerqué a Oliver temblando, con lágrimas en los ojos y abrazando el libro con todas las fuerzas.

—Ahora si puedo morir en paz. Dije abrazando a Oliver.

—Me encanta verte cumplir tus sueños,amor. Dijo el dándome un beso en la cabeza.

—Y lo más lindo es que lo hago junto a vos.

Nos dimos un beso y empezamos a recorrer el lugar. Nos sacamos fotos con muchos escritorxs de wattpad y compré algunos libros que había en español. Cuando terminó la feria, salimos caminando por la avenida, ya era de noche y el cielo estaba estrellado.

—Esto me hizo acordar cuando nos fuimos de la fiesta de Christian. Dije mientras tomaba la mano de Oliver.

—No me hagas acordar de esa noche. Dijo el suspirando.

—Entonces Olivemos la parte de la fiesta y recordemos cuando nos fuimos caminando. Contesté mirando sus ojos.

—Pasamos por muchas cosas, creo que no hubiera podido salir de ellas sin vos. Dijo el apretando mi nano contra la suya.

—Quiero que cada vez que necesites ayuda, vengas a mi, quiero poder ayudarte. Dije mientras apoyaba mi cabeza en su hombro.

—Siempre vas a ser mi refugio, mi lugar en el mundo donde sé que si voy, estaré protegido por el gran amor de mi vida.

Ambos frenamos y quedamos cara a cara, podía sentir su respiración tocarme la nariz.

—Sos el amor de mi vida, sos eso que siempre necesito para estar bien, para estar completo, sos lo mejor que tengo y lo mejor que me pasó en la vida.

—Me vas a hacer llorar, Oliver. Dije mientras sentía las lágrimas caer por mis mejillas.

—Siempre voy a estar para secar tus lágrimas y sacarte una sonrisa porque verte sonreír, me llena de paz el alma y no voy a permitir jamás que alguien se atreva a hacerte daño, antes tendrá que pasar por mi.

Acerqué mi cara contra la suya y puse mis labios contra los suyos para besarlo profundamente, quería que con ese beso sienta que lo amo y que es mi gran amor.

—Oliver, sos lo más hermoso que me pasó en la vida, me haces sentir completo, quiero que sepas que siempre vamos a ser vos y yo, enfrentaremos al mundo juntos, siempre juntos.

—Siempre vamos a ser Apolo y Oliver.

—Siempre, Oli, siempre.

Apolo y OliverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora