capítulo 36: Barcelona cada vez mas cerca

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-No, Apolo, definitivamente no vas a alquilar un departamento, lo vas a comprar, o más bien yo te lo voy a comprar. Dijo ella mientras comía un queso.

-No, abuela no, solo para los primeros meses, después voy a poder pagarte y continuar pagándolo. Dije rechazando la idea de mi abuela.

-Hijo, a mi lo que más me gustaría es que vayas a España, pero si lo que querés es quedarte, yo te voy a ayudar, voy a hablar con tus padres. Contestó ella.

Oliver y yo volvimos a casa con mi abuela y ella nos dijo que la esperaramos en la habitación y eso hicimos, agarramos latas de gaseosas y subimos. Había pasado más de una hora y mi abuela con mis padres no salía de la cocina, se que tienen mucho que hablar pero mi abuela no suele tardar demasiado en hablar con ellos y convencerlos.

Mientras esperábamos, saqué todos mis libros de las estanterías y con Oliver los empezamos a acomodar. Los de wattpad van en la estantería de arriba, los de cazadores de sombras en el medio porque tienen su espacio exclusivo y los de romance y Fanta en la estantería de abajo.

Cada estantería tiene pegado pósters y algunas dibujos relacionados con el libro y los personajes, en el de cazadores de sombras, el único póster que tengo pegado en la estantería es de Alec, después en mi pared tengo uno en tamaño mediano de 《Malec》 , se les reza a malec.

-Si el actor que hace de Alec, estuviera a nuestro alcance, te irías con el?. Preguntó Oliver mirándome interesado en saber mi respuesta.

-Oli, de verdad querés que responda esa obviedad?.

-Si. Dijo el.

-Entonces te respondo con la verdad, si. Contesté.

El se cruzó de brazos e hizo puchero, me acerqué a el y le di muchos besos en toda su carita hermosa.

-Pero no está a nuestro alcance, pero vos, si lo estás para mi. Dije y empecé a besarlo con más intensidad.

Caímos ambos en la cama y nuestros cuerpos quedaron pegados, el calor empezaba a subir y la intensidad también, Oliver estaba sentado sobre mi y mi miembro ya estaba demasiado duro, todo se hubiese descontrolado si mi abuela no hubiera tocado la puerta.

Oliver se sentó a un lado y mi abuela entró a la habitación.

-Quieren hablar con vos. Dijo ella.

Salí de la habitación y bajé para la cocina, ambos estaban sentados en la mesa y murmuraban cosas. Mi padre hizo la seña para que me sentara y eso hice, me senté frente a ellos y parecía que no dirían nada hasta que mi padre habló.

-Primero, no vuelvas a usar a mi madre para tus caprichos. Aclaró.

-Fue un impulso, lo siento. Dije un poco avergonzado.

-Creimos que la idea de vivir en España te encantaría, estabas muy feliz en el viaje. Dijo mi madre un poco frustrada.

-Si, me gustó, pero para ir de vacaciones, no para mudarme. Contesté.

-Y que pensas hacer acá solo? La casa se va a vender auque ya convenciste a tu abuela que te compre un departamento. Dijo mi madre un poco molesta.

-Ella tuvo la idea de comprarme el departamento, yo le dije que me ayudara los primeros meses pero insistió en directamente comprarlo. Respondí.

-Apolo, tenes que venir con nosotros. Aclaró mi padre.

Esta conversación empezaba a molestarme muchísimo.

-Para qué quieren que vaya?. Para que esté encerrado en mi habitación porque no voy a tener a nadie?.

-Podes hacer nuevos amigos, no es tan complicado, Apolo. Dijo mi padre.

-No quiero nuevos amigos, estoy bien con los que tengo. Aclaré.

-Estas así porque te vas a alejar de Oliver, es un capricho adolescente. Dijo mi padre.

-Si, quizás si es por eso, no me parece extraño que no me quiera alejar de él.

-Apolo, vas a tener tantos novios a lo largo de tu vida, no te vamos a dejar en Argentina solo porque no quieras alejarte de Oliver. Dijo mi padre.

-Ah entonces les da igual lo que me importe a mi, hacen esto por conveniencia de ustedes.

Ambos se miraron y no pudieron contener más la risa, estaban actuando como padres estrictos y yo me la creí, si son más buenos que un osito panda.
Estuvieron varios segundos riéndose hasta que vieron que yo no los acompañaba con esa acción, mi cara estaba completamente seria e indignación brotaba por todo mi cuerpo.

-La idea fue de mi madre. Dijo mi padre aún soltando alguna que otra risa.

-Devi imaginario. Contesté.

Mi abuela apareció por atrás también largando una risa y mis padres siguieron riéndose con ella.

-Soy culpable. Dijo ella tras escuchar lo que había dicho recién.—Apolo, tendrás  tu departamento, no fue fácil pero hay alguien que no tiene que olvidar que soy su madre. Agregó.

Miré a mis padres y ambos asintieron con la cabeza en señal de 《SI》 , abracé a mi abuela y después a ellos, estaba feliz, contento y muy emocionado, no quería irme, tengo todo acá, todo lo que necesito para estar bien y la mejor compañía del amor de mi vida.
Subi rápido a mi habitación y me tiré encima de Oliver para abrazarlo, el sin entender nada intentó calmarme para que le pueda explicar mi emoción que estaba por los aires.

—Me quedo, me quedo. Dije mientras le daba pequeños besos en toda la cara.

—Te quedás acá en Argentina?. Preguntó el.

—Mi abuela me va ayudar con el departamento los primeros meses y después si consigo trabajo, voy a poder pagarlo pero me quedo. Contesté muy feliz.

El solo soltó una sonrisa leve, y evitando la mirada hacia mi.

—Qué pasa?. Pregunté confundido.

—Estoy pensando en tus padres, no pensaste que quizás ellos estaban felices de ir con vos?.

—Si lo pensé, pero no quiero ir a una ciudad donde no voy a estar feliz, no vas a estar conmigo. Contesté agarrando sus manos.

—No, Apolo, no te quedes por mi y es muy egoísta pedirte que lo hagas. Respondió el levantándose de la cama.

—Vos no me pediste, yo quiero quedarme, tengo toda mi vida acá, a parte de vos, también está Julia, en España no voy a tener a nadie que conozca. Contesté.

—Estás seguro?. Preguntó el.

—Si, lo estoy. Respondí y lo abracé.

Mi madre nos llamó para merendar y ambos bajamos, ella había preparado una torta de chocolate, la favorita de mi abuela y que siempre pide que le haga cada vez que viene o vamos a su casa. Mientras comíamos la torta, alguien golpeó muchas veces y muy fuerte la puerta de entrada, todos nos asustamos al escuchar los fuertes golpes. Mi padre se levantó y fue a abrir la puerta, cuando lo hizo, Julia entró corriendo y cerró la puerta fuerte. Ella estaba llorando, tenía los ojos rojos y su maquillaje estaba corrido por toda su cara.

—Julia, que pasó?. Pregunté acercandome a ella junto con Oliver y mi madre.

—Venia para acá y un hombre me atacó en la esquina. Respondio ella muy nerviosa y aún llorando.

—Que hijo de puta, sabes quien fue?. Dijo Oliver furioso.

—Lo vi varias veces, creo que vive en esta calle y lo sé porque cada vez que venia para acá, el me miraba desde esa misma esquina y me gritaba cosas. Contestó ella muy nerviosa.

—En que esquina fue?. Preguntó mi padre.

—En la del semáforo roto. Dijo ella.

Oliver salió corriendo de la casa y todos fuimos tras el para frenarlo. Llegamos atrás de el a la casa de la esquina y empezó a golpear la puerta, unos segundos después, un hombre con una camisa negra y bermuda de jean salió de ella, Julia empezó a gritar que era el, ese hombre la había atacado.


Apolo y OliverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora