Rechazada

Capítulo 29: Volvió.

CHRISTOPHER.

Mi cuerpo esta tenso. Mi respiración agitada. Mi pulso esta vuelto loco y mi mente esta a punto de explotar. Mis ojos no se apartan de ella y todo a mi alrededor de difumina.

Jamás imagine volver a verla. Pero aquí esta.

Frente a mí.

Tan hermosa como siempre.

Su pelo es ese de hermoso color rojizo, que me vuelve loco. Ya no se esconde. Ya no huye. Su mirada lo dice todo. Es otra.

Sus ojos son fríos. Calculadores. Sin un ápice de temor. Demuestran fortaleza.

No sé que ha sido de su vida en estos dos años. No sé como pudo terminar siendo de la guardia de Fabian. No sé si será Feliz.

Un ronroneo involuntario sale de mi pecho y todo salen de su asombro al ver a aquella muchacha "perdida" por dos años para mirarme a mí. Siento mis mejillas sonrojar y carraspeo mi garganta antes de hablar.

– Alpha Fabian un placer. – comienzo a hablar ignorando la mirada de todos – tome asiento.

Él da una mirada con un ápice de preocupación a Isabella que aun mantiene su vista fija en mí pero que rápidamente desvía hacia él, dándole una mirada que no logro descifrar. Fabian asiente disimuladamente y camina hasta sentarse frente a mi seguido por ambos muchachos que se quedan de pie flaqueándolo.

El hombre me mira con recelo, con inseguridad, no de él sino a mí. Me estudia con la mirada y su gesto es tan serio como el mío. De reojo puedo ver como Felipe intenta acercarse a Isabella, pero es retenido cuando choca con un campo invisible y su cuerpo es levemente empujado hacia atrás.

Mi cuerpo se coloca en alerta cuando veo al hombre mirarlo fijamente elevando su mano mientras hace un signo negativo con su dedo índice y unos sonidos negativos con la boca. Desvió mi vista hacia Isabella y se mantiene intacta, sus brazos tras su espalda sin voltear a ver a nadie más que a mí.

– Joder. – exclama Felipe – ¿Y eso que fue?

Gruñe hacia el hombre que sonríe ladeadamente.

– No te acerques a ella.

– Brenin. – gruñe Fabián, pero el hombre ni se inmuta – no vinimos a pelear.

Miro todo con asombro, la verdad no he sabido como reaccionar a nada desde que ella entro en el despacho. Se llevo toda mi atención. Marcos permanece estático en su asiento mirando todo sin decir nada. Su ceño esta fruncido y no aparta la vista de Isabella. Y caigo en cuenta que quizás no la reconoce, porque ella nunca mostro su verdadero color de pelo.

– ¿Quién carajos te crees para impedir que no me acerque? – gruñe Felipe acercándose al hombre.

El rueda sus ojos mirando con fastidio a mi hermano y un malestar se forma en mi cuerpo.

– Solo no te le acerques ¿o es muy difícil de entender?

Felipe gruñe mientras sus ojos destellan en el color de su lobo. Fabian aprieta el puente de su nariz mientras suspira. Marcos y mi padre están estáticos en sus posiciones e Isabella por fin se mueve, mirando hacia el hombre que inmediatamente conecta sus ojos con ella.

– Brenin, Basta.

– Claro cariño. – dice mientras sonríe y me mira con diversión.

¿Cariño? ¿Escuche bien? La incomodidad en mi cuerpo crece y un malestar en mi pecho hace que me remueva incomodo.

– Muy bien, creo que nosotros vinimos a otra cosa. – inquiere mirando con molestia Fabián al hombre – deja de buscar pelea.

El hombre llamado Brenin, joder que nombre tan feo. Eleva sus manos mostrando las palmas mientras se encoge de hombros y sonríe.