Sonia estaba muy nerviosa. Miraba por la ventanilla del coche que les estaba llevando al aeropuerto. Sabía que había actuado como una cobarde al decirle a Dante que prefería iniciar el viaje esa misma noche, pero no sabía muy bien qué esperaba él de esa noche y para ella fue la única salida que encontró sin tener que expresar directamente sus miedos.
Por otro lado también se arrepentía en cierto modo, estaba segura que si él se lo insinuaba no podría rechazarlo. Sus labios hormigueaban cada vez que recordaba sus besos durante el baile. Se sonrojó, menos mal que Dante no podía verla.
De pronto notó como la mano de Dante agarraba la suya haciendo que Sonia se sobresaltara en su asiento y lo mirase directamente. Se quedó sin aliento. ¿Cómo alguien podía ser tan guapo?
—¿Estás bien? No me has dicho nada desde que hemos entrado en el coche. —Y además era tierno y se preocupaba por ella.
—Sí, todo está bien. Sólo que no me he podido despedir de mi tía y no sé. Quería haber hablado con ella antes de irme.
—Bueno no te preocupes, puedes llamarla antes de llegar al aeropuerto. —Dante le ofreció su teléfono, pero ella lo rechazó enseñándole el suyo. Lo cierto es que no quería hablar con ella delante de su marido, pero Dante sospecharía que no le había dicho toda la verdad.
Sonia marcó el número de su tía y tras unos cuantos tonos esta contestó.
—¿Quién es?
Sonia frunció el ceño. Azahara parecía agitada, como si tuviera prisa o hubiera estado haciendo algún tipo de deporte, ni siquiera había mirado el identificador de llamadas para saber que era ella.
—Eh... Hola tía. Sólo te llamaba para decirte que Dante y yo ya estamos de camino al aeropuerto, siento no haber podido despedirme de ti en persona. ¿Está todo bien ahí?
—Hola Sonia, cariño. No te preocupes, todo está bien. Solo estoy haciendo las maletas, me imagino que estaréis allí unas semanas y yo no pinto nada aquí en Italia. —Sonia se extrañó mucho, pensaba que Aza estaría allí hasta que ella se acostumbrara.
—Pensé que te quedarías más tiempo. ¿De verdad va todo bien? Te noto extraña.
—Ya te he dicho que no pasa nada —le dijo en un tono que no daba lugar a réplicas. —Vuelvo a España para controlar la situación allí, cuando vuelvas ya hablaremos. Les diré a Aarón y Mónica que vengan si quieren, pero yo salgo esta misma noche.
—Vale, vale. En cuanto estés allí me llamas, quiero hablar con mamá. He estado hablando con mi hermana y con mi padre, pero con ella me ha sido imposible, siempre estaba dormida.
—No te preocupes, estando allí Consuelo no habrá tenido ningún problema. No tengo ninguna duda de que ha sido ella quien se ha ocupado de todo. Disfruta de tu viaje, un besito. Y no te preocupes, te va a tratar genial.
Sonia sonrió. No había hecho falta que le dijera nada, su tía sabía perfectamente sus preocupaciones, pero con un "no te preocupes" no era suficiente. Por otro lado se quedó preocupada, le parecía extraño que Azahara quisiera irse esa misma noche, según tenía entendido ella al día siguiente se iría con Mónica de compras.
Estaban a punto de llegar al aeropuerto, ya podía ver las luces. Estaba expectante también por el viaje en avión, esperaba no empezar a indigestarse como la última vez, sino haría el ridículo. Su móvil comenzó a vibrar, era su padre, pero no contestó la llamada.
—¿Tu padre? —Sonia asintió. —Bueno, puedo entenderlo. A mi también me agobian mucho.
—Digamos que estoy enfadada con él.
ESTÁS LEYENDO
Saga Familia Gotti 7: Infierno (+18)
RomanceDante Gotti ha tenido una gran decepción amorosa. Traicionado por su esposa infiel desconfía de todas las mujeres y se ha jurado no volver a amar a ninguna otra. Ahora su familia le exige que contraiga matrimonio con una completa desconocida para sa...