Saga Familia Gotti 7: Infierno (+18)

Capítulo 18

Feliz año nuevo a todas y todos!!! Espero que pasarais unas buenas Navidades con la familia y/o los amigos . Siento haber tardado tanto en publicar, pero como dije en el grupo de Telegram he estado muy ocupada con la universidad y el trabajo, pero aquí lo tenéis. Estos días intentaré publicar más a menudo. Un besito más grande.

Os dejo con el capítulo que va a estar... mejor decidme vosotros como está. Jajajaja.

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Durante las siguientes semanas las cosas fueron mejorando. Se dedicaron a lo que habían acordado. Conocerse. Sonia conocía previamente a Dante Blake y eso era una forma muy superficial de conocer a Dante Gotti.

Todos en su familia decían que era una persona muy seria, pero ella lo encontraba bastante divertido. Sin embargo, en lo referente a sus libros y su "zona de creación" como él solía llamarla era bastante rarito. Todo tenía que estar perfectamente colocado y ordenado como él quería, nada podía ir fuera de su sitio. Dante era una persona que viajaba mucho, y Sonia se preguntaba cómo lo haría para trasladar esos libros. A la luna de miel solo se llevó un par de ellos.

Por su parte, lo primero que hizo fue irse a una librería y comprarse un libro de recetas. Las primeras no le salieron muy bien a decir verdad, pero le había parecido realmente tierno como Dante fingía que todo estaba buenísimo, aunque no se comía ni una cuarta parte del plato. Ahora poco a poco iba encontrándole el truco. No sería nunca una gran cocinera, pero podría hacer algunos platos ricos y sabrosos. Quizás logrará convencer a su marido de contratar a una persona que cocinara para ellos, al menos de lunes a viernes.

No habían vuelto a hablar sobre el tema de los niños, pero tampoco lo veía un problema necesariamente. Como habían acordado se estaban conociendo y eso estaba bien... esperaba. Al menos se consolaba con ello cuando recordaba la discusión en la luna de miel y a la vuelta.

Sonia le dio un puñetazo a la masa intentando acabar con sus pensamientos.

—¡Lo tengo! —Dante apareció por la cocina y la tomó por la cintura desde atrás mostrándole unos papeles que llevaba impresos.

—Has acabado ese capítulo. ¿Me dejas verlo?

—Claro, por eso lo he impreso. ¿Qué estás haciendo tú?

—Estaba intentando hacer una rosca típica de Galicia, he encontrado una receta por Internet. —Le contestó mientras le arrebataba los papeles de las manos y se disponía a leerlo.

No le llevó más de diez minutos, no era mucho al fin y al cabo era un prólogo.

—Me encanta. Bueno lo cierto es que no soy muy objetiva porque todo lo que tu escribes me gusta. Eres increíble profesor Blake.

Dante comenzó a besarla y Sonia se dejó caer los papeles. La tomó por el trasero y la subió a la encimera de la cocina. La cosa se estaba poniendo intensa, pero Dante tuvo que separase para su desgracia.

—Me muero por ti, pero me tengo que ir rápidamente. Un amigo mío me ha llamado por un problema personal y no le puedo fallar. —Sonia hizo un puchero, pero soltó el lazo que había hecho con sus brazos alrededor del cuello de su marido.

—Está bien, lo entiendo, pero más tarde me tendrás que recompensar.

Dante sonrió divertido dejando un beso en la nariz de Sonia. Poco a poco se iba soltando y ya empezaba a hacer bromas subiditas de tono.

Dante salió de su piso y se dirigió a la cafetería en la que había quedado. No había sido del todo sincero con Sonia, realmente con quién se iba a reunir era con su primo Héctor, pero este le había pedido máxima discreción. Esperaba que no necesitara consejo en temas maritales porque de ser así ambos iban a estar bien jodidos.