Capítulo 28

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Zeus y Héctor ya habían salido de sus respectivas operaciones, todo había salido bien. Sin embargo, Tony todavía permanecía en quirófano. Cate que no conocía un no por respuesta, y menos cuando en la mesa de operaciones se encontraba su padre, se enfundó en un pijama de quirófano, se puso guantes y toda la indumentaria necesaria y entró dentro.

Taran había entrado con Héctor en la habitación, pero todavía no había despertado de la anestesia. Había llamado ya a la casa Gotti para avisar a la familia de que Héctor estaba fuera de peligro. Él se había esperado a una Hada totalmente histérica, no obstante había conseguido mantener la calma a la perfección. Al parecer, los consejos de Diane la habían tranquilizado. Taran sonrió cuando habló con Jara y esta le exigió que de inmediato volviera a Italia a estar junto a ella y que no le iba a perdonar en la vida que la hubiera dejado sola para ir a la aventura.


Poco a poco Zeus consiguió abrir los ojos, pero de inmediato volvió a cerrarlos al quedarse deslumbrado por las luces blancas de su habitación de hospital. Siseó incómodo por los cables que tenía por el cuerpo. Intentó quitarse la vía que tenía en el brazo izquierdo, pero una suave y cálida mano se lo impidió.

—Solo vas a conseguir que te salga sangre y te tengan que volver a pinchar. —Zeus se giró hacia la voz que le hablaba y se relajó. Su mujer. Su Azahara.

—Necesito agua. —Dijo como respuesta.

Azahara cogió un trozo de gasa y lo mojó con un poco de agua y se lo pusó en la boca para humedecerla.

—No puedes beber agua todavía, pero un celador me ha dicho que hiciera esto si tenías la boca seca.

—Gracias. —Zeus intentó incorporarse, pero no tenía fuerzas. La anestesia lo había dejado completamente débil.

—¿Cómo te encuentras? —le preguntó Azahara mientras lo ayudaba a recolocarse en la cama para que estuviese más cómodo.

Zeus tuvo que tragar la poca saliva que tenía en la boca cuando los pechos de Azahara se quedaron justo frente a sus ojos cuando esta estaba intentado poner bien la almohada.

—Bueno, no puedo decir que tenga dolor la verdad. Pero me siento muy cansado, nunca había estado tan cansado.

Eran claramente los efectos de la anestesia. Zeus tomó la mano de Azahara para sorpresa de esta y seguidamente se quedó dormido nuevamente.


La tensión en la improvisada sala de espera era palpable. Ninguno despegaba la vista del quirófano, como si temieran que si miraban hacia otro lado algo malo fuera a pasar. Las horas pasaban, pero no había noticias.

Finalmente, después de más de 4 horas Caterina se abrió paso quitándose la mascarilla con una mano y con la otra el gorro de quirófano. Inmediatamente todos se pusieron en pie y se dirigieron hacia ella.

—¿Qué ha pasado?

—¿Ha salido todo bien?

—¿Podemos verle?

—¡SILENCIO! Vamos por partes. La operación ha salido bien. Ha habido que hacerle transfusión de sangre porque había perdido mucha. Ahora mismo está en la habitación y no se le puede ver, necesita descansar mucho, está muy delicado. Tardará en despertarse de la anestesia todavía un poco. Cuando despierte habrá que hacerle muchas pruebas para comprobar cuál es su estado después de la operación. Y ahora por favor, dejadme descansar tengo que llamar a mi madre.

Dante se acercó a su hermana para hablar con su madre. Tuvieron que hablar con Aarón ya que según les dijo habían tenido que darle calmantes para que durmiera ya que se había puesto bastante histéricas después de que se hubiera ido Caterina. Ella le contó la situación y le pidió que cuando Bianca despertara les llamará a alguno de los dos para poder hablar con ella.

Saga Familia Gotti 7: Infierno (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora