Zeus dio una patada a la puerta tras las que había escuchado voces. Casi se muere del gusto al ver solo a Bernardo Da Silva hablando por teléfono.
—Al fin. Tú y yo solos. Has sido muy escurridizo durante estas semanas... —Dijo Zeus mientras Bernarndo colgaba.
—Sí, al final era lo que tocaba. Tú y yo. De nuevo.
Da Silva hacía referencia a un enfrentamiento que tuvieron hacía muchos años, antes incluso de la muerte de su padre.
—Creo que a tu consigliere tiene un sueño muy profundo. —Zeus respiró profundo, lo estaba provocando. No se podía permitir perder los nervios, la calma era esencial en estos momentos.
—Igual que tu hermano si no me equivocó. —Contestó, pero como se imaginaba este permaneció impasible. Muchas otras familias seguían teniendo la idea de que los segundos hermanos eran un soldado más en la guerra.
—Touché. No fue difícil comeros el terreno ¿sabes? La delegación de poder nunca es una buena idea. Es mejor que uno controle todo. Tu hermano Camilo ha estado siempre más pendiente de preñar a su mujer que de las expotaciones. Tony... ja. Ese es el que más pena me da. Era el terror de cualquiera de vuestros enemigos, tan fuerte, tan bruto... hasta que se casó a partir de ahí fue al declive, al parecer la loquera esa le tiene bien cogido por los huevos. Pero tu mayor estupidez fue cederle parte del negocio a tu hermana, es una buena zorra ¿llevará la cuenta de con cuántos se ha acostado ya?
Zeus casi estalla, pero nuevamente se mantuvo frío como si no quisiera lanzarse contra él y vaciar el cargador en la cara. Calma.
—Lo cierto es que la cuenta la llevo yo mismo.
Bernardo viendo que no conseguía su cometido decidió que había llegado la hora de cambiar la estrategia. Habían llegado a un punto muerto.
—Bueno... Ambos hemos perdido a muchos hombres, en mi caso alguna mujer también.
—Sí. Deberías recomendar a tus aliados que no lleven a sus fulanas a una guerra, puede haber daños colaterales.
Zeus se refería a la mano derecha de Bernardo quien había sido asesinado en una cama de hotel junto a dos de sus amantes.
—Como decía. Los dos hemos perdido a muchos de los nuestros y creo que estaría bien llegar a una negociación.
Después de todo lo que habían hecho, después de que habían intentado robarles el negocio y la humillación que eso conllevaba, después de todo lo que acababa de decir sobre sus hermanos y sobre todo después de que tuvieran retenida a Azahara. No. O muertos unos, o muertos los otros.
—Ni en tus mejores sueños Da Silva. Vas a comer mierda hasta que supliques y cuando lo hagas tal vez, y solo tal vez, te mate.
El portugués lo conocía bien, sabía que esa sería su respuesta. Por tanto, sólo le quedó una última baza a jugar.
—Bien, pero se me olvidaba algo. Tu mujer, ha parido dos Gotti y todavía tiene un cuerpo espectacular. Perdón, tenía. Nos lo pasamos bien con ella, lucha bien. No sabíamos bien donde enterrarla, así que decidimos tirarla al mar.
Funcionó. Zeus perdió los papeles y le quitó el seguro a su arma, pero el portugues era rápido y dado el estado del Gotti pudo desarmarlo dándole una patada en la mano.
Zeus no se lo iba a poner tan fácil, antes de que pudiera sacar su arma se lanzó contra Bernardo derribandolo al suelo. Tenía otro arma, pero no podía perder el tiempo sacándola. De repente notó un fuerte pinchazo en el hombro derecho. El hijo de puta se había sacado un puñal y había sabido muy bien dónde clavarlo , Zeus estaba viendo las mismísimas estrellas, pero no se podía dejar vencer.
ESTÁS LEYENDO
Saga Familia Gotti 7: Infierno (+18)
RomanceDante Gotti ha tenido una gran decepción amorosa. Traicionado por su esposa infiel desconfía de todas las mujeres y se ha jurado no volver a amar a ninguna otra. Ahora su familia le exige que contraiga matrimonio con una completa desconocida para sa...