CAPÍTULO DOS
🍁 rose de titanicPor el contrario de muchas personas —o todas las personas— no me siento a gusto con las cosas nuevas. Lo que sea. Hay excepciones, como la comida, claro. Pero lo que más odio es ser nueva en un pueblo tan acogedor que de pronto te conviertes en una atracción de feria. Con luces y carteles de neón. De esa manera me sentí los cinco días que siguieron a mi llegada. Nada más cruzar la plaza en mi camino a la escuela, me convertía en un imán para las señoras de edad que se encargaban de estrujarme las mejillas y acariciarme el cabello. Me sentía como Rose en Titanic, encerrada en una habitación poblada de personas y no importaba que tan fuerte gritara, nadie prestaba atención a mi desesperación. Stars Hollow era mi Titanic.
—Hablé con el rector la otra noche —comentó mi padre, buscando algo no vencido con que hacer la cena. Sabía que no había nada para comer, porque él no hizo la compra y porque yo no quería salir de mi casa para ir al único mercado de la ciudad—. Dijo que tus profesores están impresionados contigo. Que eres muy inteligente, pero que te cuesta hacer amigos.
Abrí la boca, indignada.
—Claro que tengo amigos —mentí, descaradamente. Lo último que necesitaba era tener a mi padre buscándome amigos. Odiaba a todo el mundo, las personas eran muy felices en Stars Hollow—. Bueno, tengo un amigo. De hecho, tenemos que hacer un proyecto juntos.
—¿Si? ¿Cómo se llama? ¿Lo conozco?
—¡No te lo diré! Irás a hablar con sus padres y quedaré en ridículo, no necesito más atención —me negué, cruzada de brazos, más que satisfecha con mi mentira—. Oh y no soy inteligente. Ellos están atrasados así que es como un repaso para mí.
—¿Desde cuándo eres tan modesta? —cuestionó y cerró el refrigerador, rendido—. Bueno, oficialmente me he convertido en un pésimo padre. ¿Qué te parece si te invito a comer afuera?
No discutí. En Nueva York rara vez podía comer fuera de casa, sobre todo porque teníamos nuestro propio cocinero y una dieta que seguir. Mi madre y su marido prohibían las gaseosas con azúcar, los carbohidratos y cualquier cosa deliciosa para un grupo de niños hiperactivos como lo éramos mis hermanos y yo.
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The reason | Jess Mariano
FanfictionAmerica Stratford vivió toda su vida entre guantes de seda y cócteles, pero cuando a los dieciséis años su padre aparece y la idea de pasar los últimos años de preparatoria con él en un pueblucho de Connecticut es puesta frente a ella, todo su mundo...