CAPÍTULO VEINTITRES
🍁 El peor último primer díaEl aire se sintió diferente ese día cuando entré a la escuela. Quizás era porque me adentraba al último año de secundaria, es decir, la última oportunidad para comportarme como una niña caprichosa antes de tener que enfrentar el verdadero reto que era la universidad y la cruda vida adulta de la que todos se quejaban.
O a lo mejor se trataba de que no me sentía del todo bien.
Había pasado la noche en ascuas dando vueltas en la cama. Mayormente pensando en Kelly y en lo increíblemente rápido que esa mujer se infiltró en mi vida y la cambió. Me esforcé por hacer que no me agradara, le busqué defectos e incluso evitaba las conversaciones, sin embargo, los planes del destino eran inciertos y mi esfuerzo por plantar una barrera entre nosotras, en vano. Ella era la figura materna que nunca tuve o, mejor dicho, la que siempre deseé tener y saber que estaba sufriendo la pérdida de un posible hijo hacía que mi corazón se sintiera extraño.
El casillero 047 seguía —para mi mala fortuna— en la misma esquina de siempre y las personas se llevaban por delante la puerta que me golpeaba una y otra vez el brazo. Mi humor y mi cara de insomnio eran suficiente para que los nuevos ingresantes de primer año me vieran con ojos grandes de cachorros, musitaran sus disculpas y siguieran su camino. Una mala primera impresión de mi parte, mas poco me importaba cuando estaba con toda la concentración en no quedarme dormida de pie con la cabeza en el hueco del casillero.
—¿Qué se supone que estás haciendo? —Una voz me exilió de la ensoñación.
—¿Qué? —Parpadeé, aterrada, no recordaba haber cerrado los ojos. Enfoqué la vista en la persona frente a mi y suspiré cuando vi que se trataba de Jess.
—¿Estás bien?
Abulté los labios y sacudí la cabeza como una niña, enviando todo mi cabello hacia mi rostro.
—No pude dormir.
—Ya veo —asiente, divertido de mi pesar—. ¿Qué clase tienes ahora?
—No voy a saltarme mi primera clase del año...
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The reason | Jess Mariano
FanfictionAmerica Stratford vivió toda su vida entre guantes de seda y cócteles, pero cuando a los dieciséis años su padre aparece y la idea de pasar los últimos años de preparatoria con él en un pueblucho de Connecticut es puesta frente a ella, todo su mundo...