19. Gas

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Aquella noche el viento rugía con fuerza. Las hojas de los árboles crujían, y las botas de Baji resonaban sobre el asfalto a medida que se iba acercando a su destino.

Mikey le había enviado un mensaje urgente, y él no tardó en acudir a su reclamo. No le había dado ninguna información respecto al tema. Solo que lo necesitaba allí, en el descampado de siempre, donde se celebraban las reuniones de Toman.

Aunque los problemas con la banda se habían resuelto hacía unos días, Baji no se había quedado del todo tranquilo. El mal presentimiento no se iba, y la preocupación que sentía seguía atormentándole. Pero esta vez, tenía nombre y apellido:

Kisaki Tetta, ex miembro de Moebius, y quién tras arreglar el conflicto que tuvo Osanai con el amigo de Pachin, había ingresado en la Tokyo Manji.

Cuando Mikey lo trajo a una reunión para presentarlo, a Baji no le causó muy buena impresión. Todo de él, su mirada, su forma de estar, y además, esa rapidez con la que había arreglado el problema entre las dos pandillas, siendo uno de los miembros de la banda enemiga, algo que no entendía, le provocaba un mal presentimiento. Todos en Toman sabían que los que pertenecían a Moebius, no eran gente de fiar, y después de lo que estuvieron apunto de hacerte, Baji tomó aquella decisión de Mikey, como una traición personal.

Baji intentó hablar en privado varias veces con Mikey de aquel tema, diciéndole que no lo veía justo, y que aquel tipo, tampoco le causaba buena espina, pero a pesar de contarle sus malos presentimientos, él no aceptó segundas opiniones. Su respuesta fue tajante. Kisaki Tetta se quedaba, si o sí, pasara lo que pasara. Y no había nada más que hacer.

Desde entonces, las cosas entre ellos habían estado tensas y en ese momento, no estaban nada bien. Al menos por parte de Baji. Él no podía entender como Mikey dejó que, un miembro de Moebius, después de todos los problemas que habían causado, se uniera tan fácilmente a la banda. Y aunque al principio hubo más gente de Toman en contra de esta decisión, como Chifuyu y Pachin, no les quedó otra que terminar aceptándolo, pues no podían hacer nada contra la terquedad de su líder.

Esto no cambió la relación de Baji con la Tokyo Manji. Él seguía asistiendo a las reuniones, pero ponía algo de distancia con Mikey. Y no solo eso. Baji, después de darle varias vueltas al tema, decidió actuar por su cuenta. Si Mikey no lo quería escuchar, entonces el mismo estaba dispuesto a investigar al individuo nuevo integrante tan misterioso. Su intuición le decía que tenía que indagar a fondo sobre Kisaki Tetta para comprobar si era tan trigo limpio como decía, y si algo tenía claro, era que ella nunca le fallaba.

Baji sacó el teléfono de su bolsillo y revisó los mensajes.

Cero.

Hacía ya unas cuantas horas que te había escrito para veros, pero tú no dabas señales de vida desde por la mañana. Baji trató de mantener la cabeza fría durante todo el día, y aunque ya estaba empezando a preocuparse por ti, se obligó a sí mismo apartar aquellos malos pensamientos de su cabeza.

Cuando llegó al estacionamiento de motos, vio a los todos chicos reunidos en una única parte. Extrañado, se acercó a ellos.

—Hey, por fin llegas —le saludó Draken entre la multitud.

Pero la atención de Baji estaba centrada en una meta que habían colocado a varios metros de distancia, justamente en la carretera. Incluso habían vallas amarillas de metal en ambos extremos, impidiendo que la gente se colara hacia aquella zona. Todo indicaba que se iba a celebrar una carrera de motos.

—¿Qué es...? ¿Todo esto? —Baji se giró hacia Draken, aturdido—. ¿Y Mikey? ¿Dónde está? ¿Va a correr?

Era demasiado extraño. Las carreras ilegales siempre se anunciaban con, al menos, una semana de antelación, para que la gente pudiera ir haciendo sus apuestas con los demás espectadores. Pero esta vez no fue así. En los días anteriores, no se había corrido la voz. Y si era así, Baji no se había enterado de nada.

Intocable - Baji KeisukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora