¿Y si te llego a querer?

1. Bienvenida

Capítulo 1.

Cuando mamá me dijo que nos iríamos de Daxon City lo primero que hice fue negarme ¿Porque quería irse? ¿Porque me hacía separarme de mis amigos otra vez? No es que tuviera muchos pero no quería alejarme de ellos, después de todo no era muy sociable. Volviendo al tema anterior la verdad era que mi madre era muy difícil de entender y que quisiera irse de esta ciudad y volver a el lugar donde creció -y donde lo hice yo también- y empezar una nueva vida lo entendia, lo que pasa es que en esa ciudad es donde comenzó todo, y con todo me refiero a perder a una de las personas más importantes de mi vida.

Crytown, esa era a la ciudad donde nos mudariamos, allí vivi doce años de mi vida, le tengo bastante cariño a esa ciudad, ahí están mis amigos de la infancia, mi familia materna y todas las personas que nos apoyaron a mi madre, a mí hermana y a mi cuando ocurrió el doloroso accidente. No veía a ninguno de ellos desde hace mucho tiempo, después de irme visitaba la ciudad con bastante frecuencia pero desde hace un año simplemente... lo deje de hacer y no se porque.

Daxon City era un ciudad a las afueras de Carolina del Norte y daba la casualidad que Crytown era una de sus ciudades vecinas, a solo tres horas en coche.

Al final de todo, como ya les dije, entendí la decisión de mi madre aunque eso conllevaba alejarme de Joey y Stella, los únicos amigos que había conseguido hacer desde que llegué alli, ya lo mencioné antes, nunca fui muy dada a hacer amigos fácilmente -en palabras de ellos, a veces era un poquito insoportable- y mucho menos cuando me aleje de esos amigos que consideraba familia en mi otra ciudad, había conseguido tener con esos dos chicos una conexión bastante reconfortable que no cambiaría por nada, pero primero estaba mi familia y su bienestar, por eso ellos como los buenos amigos que son lo entendieron.

-Becca -la voz de Regina, mi madre, me saca de mis pensamientos, giro sobre la silla de mi escritorio para encontrarme con su cabellera rubia asomándose por la puerta.

-¿Si?

-Vete ya a dormir -entra lentamente, va vestida con un camisón de seda, supongo que ya irá a dormir-. Mañana tienes el primer día de clases, son las once de la noche y aún sigues despierta.

Respiro ondo y me paso las manos por la cara, mi madre tenia razón, ya era tarde y en cuanto la alarma sonara iba a tener ganas de seguir acurrucada disfrutando de la deliciosa comodidad de mi cama, en las mañanas nunca me dan ganas de hacer nada y mucho menos ir a la escuela.

-¿Emily? -me gire otra vez para mirarla.

-Se ha ido a dormir ya.

Asentí.

-Mañana es tu primer día en la empresa ¿Por qué no te has ido a dormir?

-Son las once y mañana....

-Mañana se cumplen cinco años y estás esperando a las doce -termine por ella-. Mamá, lo que pasó ese día me duele tanto a mi como a ti, pero no puedes... -tome una respiración profunda, este tema terminaría acabando conmigo-. Solo piensa en Emily y en mi, somos tus hijas y a ambas nos duele como te pones este día, y por favor ni se te ocurra...

-Beber -esta vez completa la frase ella por mi-. Esto nos hace daño a las tres, aunque seas tú la que bebas. Ese líquido dañino te va a acabar poco a poco.

Asiento, eso es lo que le digo siempre que la veo decaída o deprimida. Me duele muchísimo verla así y mucho más ver cómo le afecta a mi hermana pequeña.

-Becca, no te preocupes, de veradad cariño -ella camina hasta a mí y se agacha a mí lado-. Deje de beber desde hace mucho tiempo, se que es difícil para ti confiar en lo que digo despúes de... todo. Pero está vez te lo juro, no volvera a pasar.