7. Di lo que quieras

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Capitulo 7.

Nathan

Estaciono el auto frente a la enorme mansión color crema, tocó la bocina un par de veces para así avisar que ya llegué pero como siempre diez minutos después es que Audrey se digna a aparecer, abriendo las enormes rejas de la entrada y caminando al auto sin una pizca de alegría.

Entra acomodándose el cabello con las manos y se levanta las oscuras gafas que antes le cubrían los ojos dejándoselas en la cabeza. No dice nada y yo tampoco lo hago, si no se va a dignar ni siquiera a decirme buenos días yo no seré el que lo haga primero.

Esa actitud que toma tan hipócrita e indignada me fastidia como no tiene una idea. Hay que tener mucha cara para actuar de esa forma.

Cinco minutos después estamos a la casa de los mellizos y no hace falta ni llamar porque ya nos están esperando afuera. Angie entra murmurando un "hola, queridos" sentandose en el asiento trasero, Ashton como siempre entra con toda la imperactividad que lo caracteriza.

—¡Buenos díaaass!

En serio resulta hasta gracioso lo poco que se parecen ellos dos encuanto a personalidad, si no fuera por su parecido físico nadie se daría cuenta de que son mellizos.

—Buenos días —le respondo.

—¿Porque tienes que entrar gritando todos los días? —Audrey se gira para mirarlo mal un segundo y luego se vuelve a acomodar en el asiento—. Dios, me duele la cabeza

—Alguien se levantó con el pie izquierdo -sonríe el pelirrojo—. Lo siento su alteza no volverá a pasar.

Ella resopla sin decir nada más.

Llegamos a la escuela a la misma hora de siempre ya es una rutina. Todavía no es hora de clases por lo que de seguro todo el mundo debe estar en el patio delantero. Con la molestia carcomiéndome dentro tomo de la mano a Audrey y ella no se opone.

Nos encontramos con Riley en la puerta quien nos saluda a Ashton y a mi con un simple hola y a las chicas con un beso en la mejilla. Al verla me es inevitable no pensar en su prima y que al igual que los mellizos ellas son muy, muy diferentes.

En cuanto al físico tiene rasgos faciales similares y los mismo ojos de un color semejante al de la miel , y mientras Riley es castaña su prima es rubia.

En cuanto a personalidad sobran las razones.

Mientras camino al patio pensando en la rubia que ha ocupado mis pensamientos todo el fin de semana me doy cuenta de que enserio soy idiota «No es como si no lo supiera ya». Me la paso discutiendo con Rebecca cuando ella tiene varias cosas que me beneficiarían bastante.

«Mmm, se me ocurre...»

Antes de que pueda terminar mi pensamiento el bullicio que nos rodeaba desaparece de repente quedando todo en silencio. Ruedo los ojos y continuo caminando, me molesta mucho que la gente haga esto cada vez que llegamos. Vale que nos respeten y todo eso -cosa de la que no me quejo-, pero hay ciertas cosas que me incomodan y me parecen patético, se que mi mejor amigo piensa lo mismo que yo, y las chicas... bueno estoy seguro que ellas disfrutan de tanta atención.

Nos sentamos en los mismos bancos de siempre y enseguida Ashton se me pega como una lapa.

—¿Y esta ahora porqué trae esa cara de no haber cagado en un mes? —me pregunta mirando disimuladamente a Audrey.

Resoplo con fastidio mientras le doy una mirada que lo hace reír.

—Era broma, hombre —carraspea— ¿Y bien?

¿Y si te llego a querer?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora