Capítulo 21.
Nathan.
Dejó sus audífonos.
Fue lo primero que pensé cuando los ví tirados en el suelo del coche, pero para cuando eso sucedió ya yo estaba frente a mi casa. Lo segundo fue que debido a eso tendría que interactuar con ella de nuevo.
Y eso no era un problema, claro que no, despúes de todo aunque eso no hubiera sucedido tendría que verla cada día en la escuela, cruzar miraditas de reojo con ella, rosarla sin querer cuando la situación lo ameritara, y eso tampoco era un problema.
Recogí los audífonos negros del suelo y por alguna razón me quedé mirándolos.
Cada vez que observaba a Rebecca cuando alguna canción que le gustaba sonaba su cara se transformaba por completo, se le iluminaba la mirada y casi no parecía la chica de mal carácter de siempre. El que le gustara 5 seconds of summer era una sorpresa, ya que es mi banda favorita desde hace mucho tiempo, y jamás pensé tener un gusto como ese en común con ella.
Cuando entre a mi casa fui directo a el salón cuando escuche la voz de mis padres. Mi papá había llegado hace pocos días de Italia, a pesar de su trabajo el no suele viajar demasiado pero este viaje en especial había durado bastante tiempo.
El y mamá estaban sentados en uno de los sillones frente a la televisión conversando, pronto me di cuenta de que Noshua estaba con ellos. Preferí fingir que no me causo nada que en cuanto mi hermano me vio agachara la mirada y dando una escusa tonta se fuera del lugar pasandome por al lado. No sabía que demonios le pasaba desde el día de la fiesta de Ashton. Era cierto que no teníamos la mejor relación del mundo, pero nunca habíamos llegado al punto de pasarnos semanas sin dirigirnos la palabra.
—¡Nate! —me saludo mamá abriendo sus brazos— ¿Cómo te fue con tus señores suegros? —pregunto mientras me acercaba a ella para dale un beso en la mejilla y papá me revolvía el cabello.
Pude notar el tono sisañero de mi madre al segundo. La familia Sanders y la mía eran "amigos" desde hace muchos años, todo surgió por negocios claro por lo que eran más amigos de mi papá que de mamá, ella no los soportaba, los tachaba de pretenciosos y aduladores.
Claro que razón no le faltaba.
—Pensamos que tardarías más —volvio a hablar.
—Nos cancelaron la reservación porque alguien a alquilado el restaurante —le digo sentandome a su lado.
Secretamente agradecía que eso hubiera pasado, no soportaba estar fingiendo ser la pareja felíz con Audrey, no cuando estábamos tan mal. Pero claro yo tenía que ser tan "buena persona" y aceptar su pedido y hacer el paripe para que ella quedara bien con sus padres.
—Escapaste del infierno —dice.
—Adeline —la regaña papá y ella le da una sonrisa fingida.
—Sabes que tengo razón Elliot —le dice.
Papá niega con la cabeza aguantando un suspiro.
Me despido de ellos para subir a mi habitación y subo las escaleras lo mas rápido que puedo. Me tiro boca abajo sobre la cama al llegar, mi cerebro me está pidiendo a gritos procesar muchas cosas una a una.
Audrey ¿Que voy a hacer con ella?
Se siente como si fuéramos desconocidos. En algún punto de mis incesantes quejas sobre lo hipócrita que ella era tuve la esperanza de que lo pudieramos solucionar, a pensar de que sabía lo repulsivo que sería seguir queriendo arreglando algo que estaba más que roto.
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¿Y si te llego a querer?
RomanceRebecca Mitchell es una chica que a simple vista te puede parecer dulce e inocente pero bien se dice que no se puede juzgar a un libro por su portada, y ella es un claro ejemplo de eso. Orgullosa, preciosa, de carácter hermético y tal vez un poquito...