¿Y si te llego a querer?

29. No me gusta nada

Capítulo 29.

Rebecca.

—¡Stella! ¡¿Sales o qué?!

—¡Ya voy, dame un minuto!

—¡Eso dijiste hace veinte!

Joey suelta un suspiro exasperado mientras apoya su espalda junto a la puerta del baño. Lo miro desde mi posición con los brazos cruzados e intento no reírme a toda costa al ver su cara pero no lo consigo y el termina por darme una mala mirada. Vuelve a tocar la puerta con fuerza exigiéndole a nuestra amiga que salga de una vez y está lo maldice segundos antes de escuchar la puerta abrirse.

Ambos nos colocamos delante, no solo por el alivio de verla salir al fin, si no porque ambos estamos ansiosos de ver el disfraz que nos ha estado ocultando desde que llegó.

Y no sabría decir quién de nosotros dos se sorprendió más al verla.

—Oh. Mi. Dios —digo mirándola de arriba abajo.

—¿Quien eres tú y que hiciste con nuestra dulce e inocente Stella? —Joey se separa de mi y la toma de la mano haciéndola dar una vuelta en su lugar—. Perra eres toda una bomba sexy.

Me llevo una mano a la boca sorprendida y asiento con la cabeza apoyando a Joey, definitivamente está irresistible.

Imagine cualquier cosa, en serio cualquier cosa menos esto. No sabía a qué personaje de Disney específicamente estaba recreando pero llevaba un atrevido y brillante disfraz compuesto por unas botas extremadamente altas con unos broches enormes delante de color blanco, más arriba una falda que no le llegaba ni siquiera a la mitad del muslo de color azul claro llena de brillos que hacía juego con la otro prenda que era más un sujetador que otra cosa, con un aro en el centro e hilos brillantes colgando de la parte baja. Solo podía asegurarme que su disfraz era de vaquera por el sombrero del mismo color con lana azul por los bordes, y las muñequeras de las cuales también colgaban esos hilos.

—¿De que película se supone que eres? —cuestiono.

Ella enrojece bajo nuestras miradas.

—Toy Story, por el personaje este de... —se queda en silencio un segundo para mirar a Joey— ¿En serio me veo bien? ¿No creen que es demasiado?

—¡¿Estás loca?! —exclama Joey—. Te ves fantástica vas a dejar a todos con la boca abierta. Dicelo Becca.

—Definitivamente —respondo de inmediato—. Y tranquila no es demasiado, Kaitlin ya está allí y me ha mandando un montón de fotos, créeme estás perfecta.

Ella vuelve a ponerse roja pero asiente y veo como se relaja así que sonrío. Observo a Joey y lo bien que se ve con su disfraz de el protagonista ese de su serie anime favorita del cual el nombre me obligue a recordar pero de poco sirvió. Posiblemente me mataría si me escuchara. Ambos salimos al salón donde mamá y Emily se encuentran viendo un programa sentadas en el sofá. Al notar nuestra precensia ambas nos miran la vez.

—Se ven muy bien —mamá sonrie— ¿Ya se van?

Asiento y Emily se levanta de su sofá para correr a abrazarnos. Sonrío cuando llega a mi e inconscientemente miro a mamá quien aparte su mirada cuando me doy cuenta de que ella ya nos miraba a nosotras, aunque lo evito termino por borrar un poco la sonrisa.

—Cuidate Becky —me dice separándose de mi.

—Estare bien, Emy.

Cuando estamos bajando en las escaleras —porque al parecer el ascensor a pasado a ser solo parte de la decoración del edificio— maldigo mil veces el momento en que decidí que podría aguantar toda la noche la falda que llevo porque aparte de ajustada no me cubre lo suficiente como para que no pueda quejarme del frío que como cada año en Daxon city, comienza a ponerse intenso desde octubre.